El fracaso, responsables y consecuencias
Después del resultado de las deliberaciones para fijar el establecimiento de la Agencia Europea del Medicamento, el pasado lunes 20 de noviembre, suponiendo un gran fracaso, pérdida de un gran beneficio económico, científico-tecnológico y social, para Barcelona, Cataluña y España en general, salen en todos los medios, con mucha prisa y poca cabeza, desnortados en suma, los dirigentes del “procés” arremetiendo contra el Gobierno español achacándole la responsabilidad como causante de este fracaso, en base a peregrinos argumentos, como no podía ser de otra manera.
Están embrutecidos, ciegos en su rabia. Como un toro furioso que arremete contra una pared hasta destrozarse la testuz. No ven más que su propia imagen deformada de la realidad, porque en su subconsciente son conscientes de la gran metedura de pata que han hecho, que están haciendo, y el gran destrozo a los intereses de Cataluña, en su deriva estúpida y sin sentido, visible a los ojos del mundo entero. Están, pues, tocados, vencidos, a la espera de la puntilla piadosa.
Y yo creo que, afortunadamente para el resto de España, y para los intereses de España en su conjunto, esto es el principio del fin de la era en la que todas las empresas que venían a establecerse en España para abastecer al mercado español, se establecían en Cataluña, llevándose así a Cataluña todo el dinero del consumo español y secando la economía del resto de España para enriquecer sólo a Cataluña con el dinero de todos. Ahora, la empresa que se establezca allí tendrá siempre la espada de Damocles, con estos descerebrados, de poder quedar en un momento dado fuera de la Unión Europea, con todos los aranceles y demás para exportar a Europa. Que se repartan, pues, con este condicionante, todas las empresas que abastecen a los consumidores españoles desde España, que se repartan por todo el territorio nacional, que el dinero de los españoles se reparta por igual por toda España enriqueciendo y engrasando su economía de manera equilibrada, y será mejor para todos, que saldremos ganando al final con estos desnortados del “procés”.
Estos idiotas han sido hasta ahora muy listos. A la chita callando, han ido forzando el establecimiento en Cataluña de todas las empresas que abastecen al mercado español, y de todas las instituciones internacionales que les correspondía establecerse en España en un momento dado, desde los JJ OO hasta esta misma Agencia del Medicamento que se pretendía traer, para succionar todo el dinero de la economía española y engordar exclusivamente ellos con una España que han ido amiseriando. Han sido la garrapata de España, viviendo pues de nuestra sangre, que nos han ido dejando secos, con la colaboración de los sucesivos gobiernos, que para hacerse en el Parlamento con los votos de la minoría catalana, se lo han ido dando y colaborando a ello, en detrimento claro de la economía del resto de España. Ése ha sido el mérito de estos separatistas catalanes y la explicación de la pujanza de su economía y su despegue del resto del país, al que han ido dejando en una situación cada vez más debilitada.
Decía el otro día en un programa de televisión el presidente de una asociación de empresarios catalanes que a los demás españoles no se nos ocurriera hacer boicot a los productos manufacturados en Cataluña, porque las economías estaban muy interrelacionadas y sería un bumerán contra la economía del resto de España. Y ponía como ejemplo que, si se le hacía un boicot al aceite de oliva catalán, las fábricas catalanas de aceite de oliva no podrían comprar las aceitunas a los productores de Jaén, con su perjuicio a la economía andaluza, que se hundiría también. Y yo me pregunto: ¿qué pinta una fábrica de aceite establecida en Cataluña comprando la materia prima a bajo precio en Jaén y vendiendo luego el aceite manufacturado a los consumidores gallegos, extremeños, asturianos... con un gran beneficio añadido, llevándose a Cataluña el dinero de todos tras pagar a los de Jaén una pequeña parte por las aceitunas? Ése es el meollo, la explicación de lo que hay. Que no hagan juegos de prestidigitación con argumentos falaces. Esa fábrica puede estar perfectamente en Jaén, donde ya hay muchas. Y si las fábricas de Cataluña venden menos aceite, las de Jaén venderán más y comprarán las aceitunas que no compren las de Cataluña.
Y si quieren vendernos desde Cataluña, pues que los beneficios que tengan con el dinero de todos, los impuestos que el estado recaude allí que reviertan para beneficio de todos, por toda España, que es dinero de toda España, que ellos ya tienen la suerte de hacerse con él manteniendo allí con ese dinero de toda España una economía pujante para beneficio inmediato de ellos. Que devuelvan lo que corresponda, al menos una parte en forma de impuestos, que no maten la gallina de los huevos de oro que es España, y que se dejen de decir que por ello España les roba: España mantiene el nivel económico del que disfrutan. Como al País Vasco, que con lo del Cupo no revierte a España más que una pequeñísima parte del dinero del consumo español que se llevan con las ventas de sus empresas en el resto del territorio. Eso tendría que revisarse, que también los vascos se están tragando el dinero de España, también a la chita callando. Y si no, que el Estado favorezca el desarrollo, en el resto del territorio, de empresas que nos abastezcan de los productos que les compramos a empresas que pagan sus impuestos a la hacienda vasca, sin revertir adecuadamente a sus orígenes, secándonos la economía.
Alfredo J. Quintana García, Lugones (Siero)
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