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Me siento mejor conmigo mismo

21 de Noviembre del 2017 - José Viñas García (Oviedo)

José Luis Peira: Después de leer su descalificación hacia una de mis cartas, le aseguro que podría encontrar en otras tantas, muchas razones para discreparme, incluso yo mismo a veces después de releerme, me digo: deberías ser más considerado o más enérgico en las argumentaciones. Eso sí, siempre asumo erratas, errores y pido disculpas por si alguien se siente ofendido, salvo con los caras duras que me rechinan un montón.

Sus puntualizaciones siempre tienen punta, no la de la legua, que dice no mordérsela, "yo a veces sí", y trataré de hacerlo también con usted, ya que si se da cuanta, mis críticas y denuncias siempre son directamente a quienes ocupan cargos públicos y de alguna manera se deben a nosotros, a facilitarnos la vida y no a fastidiarla. Por ello, no caeré en criticarle a usted, no le conozco, nadie conoce a nadie por unos escritos, por unas opiniones o pareceres. "Las cosas se hacen, no se dicen" por esto conoceremos a las personas, no por lo que opina sobre un tema en particular, ya que, por ejemplo, tengo amigos muy diferentes en muchos aspectos de la vida, ideologías y sensaciones "en la variedad está diversión" incluso mis hijos opinan a veces diferente y los amo cómo ningún otro padre pudiera hacerlo. Por eso lo que usted diga sobre mi escrito se lo aceptaré, pero si trata de corregir mi pensamiento o trata de ridiculizarme por defectos o erratas, está haciéndose un flaco favor a sí mismo, ya que cada cual coloca la frase acertada o no, según su punto de vista.

Usted dice que odio la naturaleza ¡si nací entre ella, señor atrevido! nadie respeta la naturaleza cómo quien nació y se crió entre ella. Lo de que veo la naturaleza por la ventanilla del coche los fines semana, cómo ve ¡se pasó! ¿Un error suyo o un temerario comentario por querer llegar hasta donde no puede y debe? Luego lo de bestias, alimañas, bichos, etc. ¿cómo debiera dirigirme a estos animalitos salvajes, cómo hijos míos, hijos de Dios o amores de mi vida? Cómo ve, le faltan argumentos y recurre a la imprudencia más simplona.

Su carta es extensa, me limitaré a lo más resaltable, si es que hay algo en todo ello. Si leyera la carta antes de pitones, puse colmillos, lo cual ya no debiera querer devaluarme en ese aspecto, y si coloqué pitones cómo sinónimo de colmillo es para definir la inexperiencia de esa gente de ciudad que no sabía cómo reaccionar ante ese bicho o (amor del alma) cómo usted le llamaría.

Ni llamé mafia a Seprona, lo cual me da que usted además de un osado, es un liante de cuidado, es muy serio, respeto las instituciones, pero si actúan defendiendo a las bestias por encima de los intereses de familias y personas, siempre, siempre, me tendrán en contra. Luego añade un adorno aliñado de mala saña, sobre ese admirado cuerpo de la Guardia Civil que se lo apropia, intentando que yo en mi escrito dijera algo en contra de la Guardia Civil, usted ¿está bien, para tratar de involucrarme en un rifirrafe absurdo entre personas de peso?

¿Las imágenes cantan? Qué manera de hacer justicia tiene usted. ¿Pobres labriegos? Los vecinos de los pueblos no son pobres labriegos, son familias ricas en naturaleza, en animales que respetan a los demás animales, y por supuesto nadie, ni usted debe tratarlos cómo simples pobres labriegos. Tienen toda la potestad y propiedad de caminos, sendas, montes, matas, mayaos, brañas, prados, frutos, etc. del lugar donde viven ¿Le gustaría a usted que le metieran en su parcela, parque al lado de casa, piscina pública o privada: Osos, lobos y jabalíes? ¡No verdad! ¿Por qué entonces interpreta que los vecinos de los pueblos se tengan que quedar sin frutos, pastos, cierres, cosechas y animales domésticos porque personas cómo usted (no como usted, ya que sólo es una opinión sin más) sino las autoridades responsables que no hacen nada por disminuir esas manadas de bestias salvajes que les hacen la vida imposible?

Recorrió Canadá y los demás no salieron de casa. La humildad no es su fuerte. Querer comparar extensiones y lugares con esta minúscula región está fuera del lugar ¿sabía que hay estados que se plantean seriamente dejar de proteger osos y otros animales salvajes, por las muertes que causan a personas? Es igual, entre usted y yo, hay un mundo que nos separa, el mundo de la realidad y corresponsabilidad.

Su final es antológico, le define: "eso de que cualquier animal está por debajo de cualquier ser humano, me da que pertenece a un ámbito de debate cuyas sutilezas no es por el momento capaz usted de alcanzar. Todavía."

Avíseme cuando imagine que estoy preparado para competir con su insuperable imaginación. Desde luego, si estuviera ante una persona seria y respetuosa, le diría, señor Peira, cuando discrepe, hágalo sobre los argumentos, jamás trate de ir a lo personal. Si quiere líos, búsquese un osito amoroso y abrácele fuertemente, quizás logre sentir que las personas son diferentes e imperfectas.

Para acabar, señor Peira, mis descalificaciones siempre son en general sobre los argumentos, colectivos o personas dedicadas a la vida pública, a servir; en vez de a servirse ¿puede entender eso?

Si quiere controversias para entretenerse, búsquese a otro con más tiempo y afinidad, quizás algún día recapacite y sepa que su réplica, no fue justa. Un saludo

José Viñas García, Villamiana (Oviedo)

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