Gijón y el tren de la renovación

Desde que comenzó el proceso de primarias federales en el partido socialista llevo como militante de base dando mi opinión en LA NUEVA ESPAÑA acerca de cada uno de los procesos electorales que están marcando el pulso de renovación del socialismo español. Lo hice antes del 39.º congreso federal apoyando al por entonces candidato a secretario general Pedro Sánchez y lo volví a hacer en las primarias de la federación Socialista dando mi apoyo al actual secretario general Adrián Barbón. Ahora que los socialistas gijoneses tenemos esta semana la responsabilidad de renovar nuestra ejecutiva local, me gustaría, por tercera vez, aportar mi opinión acerca del candidato al que voy a dar mi apoyo: Iván Fernández Ardura.

En Gijón la mayoría de los militantes que defendimos este proyecto nos volvimos a juntar porque entendimos que ahora es la oportunidad de cambiar la agrupación y las formas de participación dentro del partido apostando por la toma de decisiones colectiva y acordando internamente elegir a un candidato que haya seguido claramente esta misma línea. Tras una serie de reuniones, se decidió por gran mayoría elegir como candidato a dirigir la agrupación a Iván. Una persona conocida por la militancia y, sobre todo, muy bien valorada.

Personalmente, a Iván lo conocí en una de las primeras reuniones de militantes en las que reivindicamos las primarias y congreso para poder disolver lo antes posible una gestora federal impuesta y volver a recuperar la democracia interna del partido. Yo fui uno de los militantes que pese a llevar tiempo afiliado al partido al tener clara mi ideología socialdemócrata, no participe en la vida interna del mismo porque tenía la impresión de que eran los cuadros y dirigentes quienes por tiempo y conocimientos llevaban con mano férrea la dirección sin espacio para cualquier crítica o disidencia.

Uno de los lemas de la campaña a primarias de la FSA fue “O cambiamos o nos cambian”. En el caso de Gijón, nos fueron cambiando por otras opciones que han ocupado nuestro espacio político debido, entre otras razones, a que la sociedad dejó de percibirnos como un partido defensor de los trabajadores. A pesar de la decepción de ver cómo un partido supuestamente de izquierdas como Xixón Sí Puede se ha coligado con la derecha local, dudo que desde la actual dirección se haya realizado la necesaria autocrítica para revertir la situación. Por otro lado, calificar por parte de un miembro de la actual gestora a los compañeros que hemos optado por otras vías de dirección del partido como adeptos y calificar nuestra ilusión de cambio como seguidismo no contribuye precisamente al cierre de heridas; la percepción que hemos tenido muchos militantes con la dirección saliente de la agrupación ha sido, en muchos caso, de altivez –casi incluso de hostilidad– cuando se ha expresado la crítica.

Muchos de los militantes que optamos en su día por Pedro y por Adrián defendimos un modelo de partido que apostara por su renovación tanto orgánica como ideológicamente. Esta renovación orgánica debe implicar a militantes cuya vida laboral no haya tenido que ver con la política, ni hayan tenido cargos públicos. En nuestro caso estamos hablando de sumar a la vida política y que ocupen puestos de responsabilidad dentro del partido gente de la clase trabajadora; y cuando hablo de clase trabajadora, en general, hablo de la gente (soldadores, operarios de limpieza, ingenieras, enfermeros, autónomas, economistas, etcétera) que salen todos los días a vender su trabajo, y de todos los que por desgracia están luchando por acceder al mercado laboral, tan precario hoy en día. Creo que para conectar con los trabajadores debemos hacerlo con personas que tengan sus mismas inquietudes, problemas y experiencia. Iván es una de esas personas y, a diferencia de mi caso, lleva desde el primer día de su afiliación participando en la vida política del partido con entusiasmo y sacando tiempo de su vida personal para el partido. Es inexplicable que dentro de la agrupación local no se haya tenido en cuenta a personas válidas y profesionales como Iván para volver a conectar con los ciudadanos de Gijón. Y cuando digo tener en cuenta no es ponerlo en los últimos lugares de la lista municipal, sino estar dentro de un puesto clave en la ejecutiva.

Por lo tanto, veo con agrado que el partido, al menos desde la Federación Socialista Asturiana, esté empezando a contar con los militantes de todos los sectores profesionales, como así fue en el pasado congreso, donde pude trabajar participar en las enmiendas y en los debates junto a Iván.

En Gijón, donde existe una sociedad muy madura democráticamente, ya no hay un voto cautivo; por tanto hay que salir con humildad a buscar el apoyo social de izquierda donde siempre ha estado: en la mayoría social trabajadora. Este apoyo sólo tendrá cabida con profesionales como Iván Fernández Ardura en primera línea de la ejecutiva de la agrupación de Gijón.

En definitiva, prefiero utilizar otro de los lemas de la campaña, “Ilusión frente a supervivencia”. La militancia gijonesa tiene ahora su oportunidad para coger el tren de la renovación socialista; debemos ilusionar a nuestros militantes y simpatizantes con personas trabajadoras, humildes y serias como Iván Fernández Ardura, un candidato ideal para acercarnos a todas las personas desencantadas con el partido y volver a pedirles su confianza. Es una buena noticia que personas como Iván decidan dar el salto y se postulen para dirigir el partido, una nueva manera de hacer política dentro del socialismo asturiano que aspira a consolidarse también en Gijón.

Santos Tejón Llaneza

(militante socialista)

Gijón