Reconocimiento de los servicios de Aena
Cada día se pueden leer críticas de todo tipo, más negativas que positivas. No quiero dejar pasar un hecho acontecido en mi vida hace unos días que, por normal, para mí fue realmente extraordinario.
Por circunstancias familiares tuve que desplazarme lejos de mi casa y pasar un tiempo haciendo esfuerzos no cotidianos para mí. Esto supuso un deterioro físico en la movilidad al final de mi estancia fuera de casa. Artritis en un pie me impedía desplazarme con normalidad y me producía un dolor que me inmovilizaba.
Se acercaba el día en que tenía que regresar y mi billete ya había sido chequeado, por lo que no podía solicitar ayuda asistencial en el aeropuerto con antelación.
Mi viaje exigía escala en la T-4. Los pasillos de los aeropuertos son interminables y sólo de pensarlo aún me bloqueaba más el pie.
El día que tenía que volar, me fui al aeropuerto acompañada de mi yerno, quien me ayudó a llevar el equipaje hasta la terminal y solicitó asistencia a Aena. A partir de ese momento ya no me ocupé de mi maleta, ni de la tarjeta de embarque. En silla de ruedas me pasaron por el control y a pesar de haber pitado en el arco el chequeo lo hicieron sentada. Me llevaron hasta el avión y, una vez en mi asiento, una azafata me indicó que no me moviera una vez aterrizado porque me venían a buscar.
Mi inquietud era pensar en la T-4. En Madrid, efectivamente, me fueron a buscar y me llevaron a la puerta de embarque para Asturias. El mismo trato lo recibí en Santiago del Monte. No sólo eso. Recogieron mi maleta y me llevaron hasta el coche que me estaba esperando.
El asistente me preguntó qué me había parecido el servicio. Sólo le pude decir que sin su ayuda no habría podido hacer el viaje.
Este relato, que puede parecer insignificante, me hizo pensar en cuántas cosas buenas hay que pasan desapercibidas o no se les da la importancia que merecen y sólo aparecen a los ojos de los lectores como obligaciones de la sociedad en que vivimos.
Aena me permitió volver a casa el día previsto, por lo que me siento totalmente agradecida.
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