Salomón propuso, Llarena dispuso
Salomón quería impartir justicia. Llarena impartió estulticia.
Salomón enunció y la justicia resplandeció. Llarena dictó y la justicia feneció.
Algunos le darán la razón y otros, no dándosela del todo, buscarán excusas para no quitársela del todo (en su misma línea, la del juez, digo). La madre, en aquel tiempo de Salomón, sólo podía ser una. De manera que la sentencia, para ser justa, sólo, también, podía ser una, la que fue. El hijo para su madre. Pero es que, en este caso, los implicados son varios, y, por tanto, lo más probable, es que hayan de ser distintas las responsabilidades.
Claro que sí, como distintas han de ser, en su momento, las condenas. Uno a 30 años. Otro a 29 y 364 días, y así sucesivamente. Mas, de lo que no existe la menor duda, es que todos han delinquido y que su leitmotiv es seguir en la misma línea delictiva. Serán diferentes los grados, pero el delito el mismo. Si la justicia en verdad fuera ciega, invidente para cualquier condicionante: o p'atrás o p'alante, o todos o ninguno coge el montante.
Qué hizo Llarena. Tratando de equidistar, troceó el rapacín y quedó fuera de lugar. La cagó y a muy pocos contentó.
Así es la justicia que se imparte. La que el juez dicta. Como si la justicia pudiera ser más de una. Pero lo que el juez decide va a misa. Que decide darle alas a un violador que está sin ellas y que, en cuanto las tiene, viola a la primera, o primero, que se ponga delante; qué, qué pasa. Que se las da al maltratador que estuvo apaleando durante 40 años a su mujer, que prometió cargársela en cuanto tenga ocasión, y que, efectivamente, ahí mismo se la carga; qué, qué pasa. Que estos cuervos que ahora vuelan libres, con otros que ni siquiera han pasado por la jaula, organizan la de dios es cristo en Cataluña, y resto de España; qué, qué pasa.
Los antecedentes no ofrecen duda.
Marino Iglesias Pidal, Gijón
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo