La Nueva España » Cartas de los lectores » Mujeres ajenas a la hoguera

Mujeres ajenas a la hoguera

19 de Diciembre del 2017 - Javier Suárez Piedralba (Piedras Blancas, Castrillón)

Recuerdo que hace un año, aproximadamente (el 16 de diciembre de 2016), tuve el placer de ver en persona a Pérez-Reverte en el Centro Niemeyer. No, no era el único chaval de 22 años; y no, no éramos sólo hombres a los que les gusta el fútbol (tanto el escritor como un servidor lo aborrecemos). Resulta que había muchas mujeres en dicho encuentro, y me atrevo a decir que rompían holgadamente el equilibrio de mitad hombres y mitad mujeres a su favor. Me pareció interesante la realidad que se dibujaba allí, que no se cuenta porque no vende, porque deconstruye al supuesto enemigo, que no es otro más que los matices, la ecuanimidad, el no todo vale, el ser crítico y leal con quien en muchos puntos compartes trinchera, el aborrecer la perfección de un canon normativo que no es tal cosa, el practicar el agnosticismo en caso de toparse con nuevas religiones sociales, etcétera.

La realidad a la que me refiero, la del bando revertiano, de ese partido de afiliados y simpatizantes apolíticos y cabreados, que yo prefiero llamarlo club de lectura, es que hay muchas mujeres afines a su mente por el magnetismo de las ideas, y no por la sexualización de una silueta a causa de su carácter. Nunca olvidaré aquel día en el Niemeyer, antes de empezar el evento en sí, escuchando por inercia la conversación de dos hombres que tenía sentados al lado. Ambos estaban sorprendidos de encontrarse allí dados sus gustos y pasatiempos: “¡Coño! ¿Qué haces tú aquí?”, “Vengo obligao por la parienta. Está loca con este hombre”, “No hay libro que no le compre mi mujer”, “Yo vengo aquí acojonao, porque con el carácter que tiene, éste nos llama gilipollas a todos antes de empezar”. Ahí se hizo la luz, y no durante el coloquio de Arturo, que empezaba con un viejo artículo suyo en defensa de la mujer por los escándalos perpetrados por sus detractores con motivo de su presencia en Avilés.

Fue ahí cuando me di cuenta hasta qué punto el animal es capaz de cualquier cosa para comer, sea león, leona o pato mareado. Ese insignificante día me reafirmé en mis intuiciones de una forma agradablemente cotidiana sabiendo que Reverte no era ni líder de manada, ni “machirulo” del evento, ni enemigo del progresismo; y es muy cabal y amigable en las distancias cortas. Por eso siempre pienso en aquel día cuando enemigos sin oficio dedican su tiempo a acrecentar su poder en el Lado Oscuro, en el odio, motivados por la picaresca del propio Reverte, igual de ocioso a la hora de crear polémicas, de “dar pan a los patos”, como dice él.

Nunca olvidaré el argumento irrefutable de tantas mujeres lectoras, ávidas intelectuales de su biblioteca, que lejos de practicar el sadomasoquismo y de representar la degeneración de la libertad de la mujer por ser autodidactas según qué postulados de ciertas plataformas “antirrevertianas”, estaban allí sabiendo a lo que iban, saliendo con gusto del teatro por la experiencia de cumplir objetivos y pasar un rato ameno, reafirmándose en su postura de feministas de la igualdad, y no de la diferencia; de bienaventuradas del lenguaje, y no de ideologizadoras del mismo; de sororidad e individualidad, y no de profetas con menos lecturas que aforismos de ciento cuarenta, o doscientos ochenta, caracteres.

Cartas

Número de cartas: 49001

Número de cartas en Diciembre: 124

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador