Bola de cristal
La bola de cristal nos dice... que comenzó el tiempo para que los políticos nos fijen ideas en la cabeza, lo más difícil y quizás les cueste más es que asimilemos la creación de desigualdades regionales en España. Ahora saldrán dirigentes socialistas y otros defendiendo la necesidad de establecer un Estado federal en España, y para ello emplearan las más rocambolescas definiciones para hacerlo más tragable; ahora sacaron una palabra nueva: gestión de la Hacienda por las autonomías. En realidad, de lo que se trata es de controlar la “pela” más o menos como los vascos, es decir, el separatismo con vaselina.
Señores dirigentes socialistas: ustedes saben muy bien que el Estado federal tiene sentido en estados independientes para unirse y hacerse así más fuertes, no al revés, partiendo de una nación como España, con muchos años de historia, para ahora trocearla y crear desigualdad entre los españoles.
Cuando los políticos, nada más llegar y tener poder, como el caso de don Pedro y otros, se ponen a dar soluciones magistrales sin haber demostrado nada relevante en toda su vida, sólo vivir de la política y, por lo tanto, del contribuyente, en estos casos lo más urgente es decirles que experimenten en su casa con gaseosa.
En España tenemos muy mala suerte con todos los políticos, pero quizás, un pelín más con los del PSOE. Este partido comenzó gobernando con Felipe González, el que consiguió tener el Gobierno más corrupto de toda Europa, desindustrializó España (con las famosas reconversiones), desguazó, y en algunos casos terminó, con la industria española, astilleros, siderurgia, agricultura y pesca; y a pesar de tener siempre en la boca las palabras “socialismo” y “obrero”, en realidad él siempre estuvo con los más fuertes.
Luego vino Zapatero, nos dijo que no había crisis, que la economía española estaba jugando en la primera división y hundió a la clase media española en la miseria: desahucios, ruinas de empresas, financiación de la banca (a fondo perdido), millones de personas desempleadas... El único que salió ganando fue él, que como buen socialista se fue para su casa con un buen retiro de premio, y con menos de 60 años, de currículo sólo político profesional. Yo creí que el socialismo venía a quitar privilegios.
Ahora viene el señor Sánchez defendiendo la implantación del Estado federal (o similar) en España, para terminar con la solidaridad entre las regiones españolas, donde puede pasar que un catalán o un vasco cobre el doble de pensión y de salario que el de otras regiones de España. ¿Esto es lo que persigue el socialismo, defender a los más ricos? Que lo son gracias a que el Estado invirtió en sus comunidades más que en otras.
¿Pero de dónde salen estos líderes políticos?, ¿quién los promociona? España necesita líderes que hayan demostrado tener capacidades en su vida privada, algunos ni tan siquiera administraron una comunidad de vecinos y quieren gobernar España. Queremos personas que vengan aprendidas de casa y que no experimenten con el ciudadano.
España no sería democrática si, como se está vislumbrando, pretenden cambiar la Constitución entre menos de media docena de políticos, en la que el pueblo quedaría al margen, sólo de oyente y de sufridor. Esta práctica no sería democrática, sería otra cosa más cercana a una dictadura que a una democracia.
Si quiere reformar la Constitución, tiene que haber un referéndum con las propuestas muy claras; y si no fuese así, sería un apaño miserable entre políticos.
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