La Nueva España » Cartas de los lectores » ¿Podemos, o no Podemos? (II)

¿Podemos, o no Podemos? (II)

21 de Diciembre del 2017 - Angel Lozano Heras (Oviedo)

Hace casi tres años escribíamos y reflexionábamos sobre esa disyuntiva tras

las elecciones andaluzas en marzo de 2015: "Contestarían -no todos, aunque

bastantes eufóricos y entusiastas militantes del partido de Pablo Iglesias- que

sí podemos. Pero antes los dirigentes de Podemos tendrían que revisar sus

altas expectativas y sus objetivos para llegar al poder (y todo aquello del

cambio de la política actual, de la agonía del bipartidismo y eso del fin de la

"casta"). Es deseable una sana autocrítica de la gestión actual y del programa

político de Podemos. Los resultados electorales de la formación morada en

Andalucía así lo indicaban, aunque fueran muy aceptables por ser la primera

vez que se presentaban. En opinión de muchos militantes lo ocurrido en los

comicios andaluces les dejó un sabor agridulce. Pero los sueños utópicos en

política, muchas veces, no son fáciles de conseguir, y solo con indignación no

se ganan unas elecciones".

Eso es lo que redacté entonces, y tras Vistalegre II, Carolina Bescansa,

Errejón, Alegre, C. Serra, Tania Sánchez., Moruno, Cano, Jorge Lago, y

muchísimos otros, están apartados de la élite podemita, atrincherados hasta

mejores tiempos en las periferias del partido morado y en la coalición Unidos

Podemos.

Me dicen algunos amigos: "Bien sabes, Ángel, que este proyecto podemita es a

largo plazo, sobre todo ahora que estamos solos, con ese PSOE tan distante".

Otros me recuerdan que "El tren del cambio pasó; para nosotros ya no volverá.

El Podemos de hoy es el fracaso de la ilusión"... Los hay desencantados, y

mucho: "Podemos, si no es útil a la sociedad de forma cambiante, no sería

imprescindible. Pues que se lo queden otros, que ya han intentado, en épocas

atrás, desmantelar partidos y movimientos sociales. Todos sabemos a qué

formaciones nos referimos, que se suelen mirar constantemente el ombligo de

la izquierda. Y luego, dicen que piensan en la gente". Y los más acérrimos

aseveran: "No es imprescindible, es necesario. Hoy sin Podemos, o las

mareas, o la PAH, o las confluencias, no es posible una transformación social".

En lo que la mayoría sí están muy de acuerdo es que para que Podemos sea

útil a la sociedad dependerá del esfuerzo de todos, inscritos, votantes, bases y

asociaciones ciudadanas, no solo de los líderes o dirigentes.

Con el desafío catalanista, bastante confusión hay en las filas podemitas. Para

los independentistas y la CUP, Podemos estará siempre con el Estado

español. Sin embargo, para los constitucionalistas, Podemos está arrimado

demasiado al independentismo y atrapado por los "Anticapi".

Las encuestas, en las elecciones catalanas, reducen el número de votantes de

CatComú-Podem, desilusionados, abstencionistas o pasados a otras

formaciones. Claro que se pueden equivocar los sondeos electorales, pero

Pablo Iglesias y su cúpula podemita, salida de Vistalegre II es poco flexible,

demasiado estrecha de miras como para articular un discurso coherente sobre

España y sobre Catalunya.

Surgió Podemos del 15M, no para crear confrontaciones sino para exigir

soluciones políticas y sociales. Por eso, Podemos, Unidos Podemos, debe

espabilarse y buscar acuerdos para revitalizar la vida política española y salir

del estado perpetuo del conflicto interior. O cambian la estructura actual de

Podemos, aceptando algunas reglas de juego en búsqueda de lo común y el

bienestar de la "gente", o siguen siempre emponzoñados en el conflicto,

persiguiendo la revolución perpetua hacia la eterna sumisión y la nadería

política.

"Hoy la cuestión no es girar un poco a la derecha o un poco a la izquierda, sino

rehacer las normas comunes...", como afirma Errejón últimamente. La solución

de los problemas de la "gente", el consenso común. Eso es lo importante, que

se hable menos de referéndum pactado y autodeterminación y más del

contrato social, roto desde hace años.

En la utopía de Podemos está el cambio de la forma de hacer y de ejecutar la

política española; de acabar con las puertas giratorias en sus diversas

categorías, y de aniquilar las prebendas y privilegios de muchos ¿Se podrá

realizar esto sin revolución y sin formar mayorías ganadoras? ¿Se puede

doblegar democráticamente el voto cautivo al PP y al PSOE en algunas

autonomías?

Podemos afirma que ahora va en serio, que quiere constituir un nuevo

referente responsable en política: en formas y estilo, en lenguaje, en

movilización de las capas más sensibles de la sociedad. Están a tiempo aún.

Cientos de miles, millones de españoles, que culparon al PP y al PSOE (el de

los anquilosados dirigentes y el de las "antiguallas sociatas") de la crisis, de los

recortes, del paro y de la precariedad, deberán ir poco a poco absorbiendo

ciudadanos, inquietudes, políticas sociales...Tendrán que llenar las urnas en

contra de los defensores del bipartidismo anquilosado y sus adláteres,

truncando sus falsas promesas.

Pero estos gerifaltes están empeñados en engañarnos una vez más con

ofertas y eslóganes electoralistas. Pedro Sánchez promete liderar el "cambio

seguro", pero esa transformación es puro maquillaje regeneracionista

trampeado, tal como estamos viendo, si no gira 180º en sus políticas sociales y

de pactos. Cs oficia de monaguillo y sastrecillo fiel, bajándose los pantalones

ante el PP. El pepero Mariano Rajoy sigue insultándonos en su desesperación

de agarrarse al poder otra legislatura. Nos tilda de "adanes, zascandiles,

amateurs"... Registrador de la propiedad ajena, no sabe que lidera a un

conjunto de políticos corruptos y profesionales del trile -una organización

criminal-, imputados unos y ya condenados otros por los jueces.

¿Podrá Podemos -Unidos Podemos- solos? ¿Se habrán dado cuenta, por fin,

Unidos Podemos (con sus confluencias) y el PSOE (el renovado por su

militancia), que no deben tirarse los trastos continuamente? Deben, al

contrario, pactar unas políticas sociales transformadoras, beneficiosas para

todos, para gobernar España, para cambiarla más y a mejor. Así no se

quedarán años y años en una oposición relajante pero insignificante y

deprimente.

Cartas

Número de cartas: 49001

Número de cartas en Diciembre: 124

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador