PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA (7)
Ha pasado el 21/D, fecha marcada en el calendario de la política española con ira, rabia, ilusión, esperanza, miedo, y hasta con optimismo. El resultado es el que es. Es el que democráticamente han decidido masivamente los catalanes. Ahora, es la hora de la política con mayúsculas.
No estaría mal empezar por la autocrítica, el reconocimiento de errores y una disposición propositiva para dar salida definitiva al tema territorial de España.
1 La mayoría de los analistas políticos, comentaristas (con mayor o menor criterio) ciudadanos que seguimos la política con mayor o menor interés coincidíamos en que después del espectáculo bochornoso dado por los líderes independentistas (Forcadell: "La proclamación de la independencia fue sólo un acto de voluntarismo"; Puigdemont: Proclama la independencia y escapa a Bruselas; Consellers en prisión por orden judicial, para salir de la misma acatan el 155; ERC, envía mensajes renunciado a la vía unilateral; Arthur Mas: "No estábamos preparados para cumplimentar la República"...etc, etc..); los ciudadanos que se apuntaron a la conquista de la Arcadia soñada bien empaquetada con las mentiras fabricadas por sus líderes, les darían la espalda, al menos una buena parte de ellos. No ha sido así.
2 De lo anterior, cabe inferir, que en los más de dos millones de catalanes que se mantienen fieles al independentismo, ha pesado más las imágenes de agresividad y violencia ejercida por la policía el 1/O, la aplicación del artículo 155 (vivida como un "golpe de estado" a su autonomía) y el encarcelamiento de algunos de sus líderes. Estas tres circunstancias han sido vividas como la mayor afrenta infringida a la identidad nacional catalana. En mi modesta opinión, no cabe otra lectura de los resultados electorales.
3. Es Innegable el triunfo electoral (aunque no pueda formar gobierno) de Ciutadans de Inés Arrimadas (y mal han empezado los partidos independentistas sin felicitar a la ganadora, ¿Dónde está el seny?) cuyas consecuencias en el resto de España están por ver.
4. Lo anterior, junto a la debacle del PP, que pasa a ser una fuerza extraparlamentaria, sin grupo propio en el Parlament de Catalunya, han encendido las luces de alarma de Génova/Moncloa. Rajoy no puede seguir escondiéndose detrás de los jueces y de la Constitución como si fuese "Las tablas de Ley". Si su lectura de los resultados del 21/D fuese que él se siente seguro en el resto de España, debería hacérselo mirar o cambiar de asesores.
5. Al PSC de Iceta, no se le puede "pedir cuentas" porque ha mejorado sus resultados en votos y con un escaño más, aunque las expectativas despertadas por su talante y sus propuestas negociadoras que entraban en el terreno de los grises, de los matices, alejadas del frentismo no han conseguido el espacio suficiente y necesario para propiciar una mayoría alternativa al independentismo. El ruido era demasiado grande. Sólo el socialismo casposo, troglodita de personajes como Rodríguez Ibarra pueden, después de lo ocurrido en Catalunya, pedir la cabeza de Iceta.
6. En Común Podem, ha perdido tres escaños. Esperaban mejores resultados incorporando el "efecto Ada Colau", pero se ve que ha podido más el efecto "Albano Dante Fachin", que a su vez no es más que el "iceberg" del proceloso movimiento turbulento que se vive en Podemos. Las palabras de Iñigo Errejon: "En un Madrid/BarÇa, no puedes apostar por el árbitro". Le han venido a dar la razón en las elecciones catalanas.
7. No sabemos cómo resolverán los tres partidos independentistas sus desencuentros previos y si finalmente Puigdemont recibirá el apoyo de una CUP diezmada, sin grupo parlamentario, compartiendo asiento en el grupo mixta con el PP (¡!) (ya no lo necesita) pero no augura nada positivo empezar como ha empezado la noche electoral con ese discurso, faltón, prepotente, chulesco hacia el gobierno de España y esa humillación a sus futuros socios, dando por hecho que le tienen que apoyar si o si y sin condiciones (supongo que Junqueras lo habrá vivido desde la cárcel con resignación cristiana).
8. Espero que los Reyes Magos, traigan algo de luz, de sentido común, de sentido de estado a nuestros políticos, aunque... mucho me temo, conociendo el paño, que sólo se va a quedar en una carta a los Reyes Magos.
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