0,25 ALEGRÍA. 99,75 DE CABREO
Un fulgurante rayo de luminosa realidad ha iluminado mi despertar de hoy. El 2018 será un venturoso año para mis finanzas. El Gobierno, en su amable consideración, aumentará 1,50 euros mi pensión.
Bienaventurados los que padecemos hambre y sed de justicia, pues, algunos, en alguna medida, no hemos de esperar a encontrarnos en el reino de los cielos para ser saciados, ya aquí en la tierra, en tres días de nada, el Gobierno comenzará a saciarnos. Aleluya.
Ojalá mi pensión fuera el único motivo de la desesperante impotencia que me abruma. Lo verdaderamente desesperante es el ya t´oyí constante, como respuesta condicionada que se me escapa al eterno bla bla que nunca es ya.
Es ésta, actual, la que no tengo duda en calificar de "sociedad del blablá". Porque los políticos no son extraterrestres que han venido para gobernarnos, no, son seres humanos que como nosotros forman parte de esto que llamamos sociedad, de manera que hablar de políticos o de sociedad es hablar del mismo perro con distinto collar.
Cojan cualquier periódico de hoy, de hace 10 años, si llegamos allá el de mañana o de la próxima semana. ¿Encuentran en ellos algo diferente sobre, por ejemplo, la violencia de género. En lo que dicen, los facultados, y en los resultados que se obtienen? ¿Verdad que no?
La sociedad es una, pero está formada por individualidades. Y hay individuos listos y menos listos. Y hay actividades, y acciones puntuales, que los individuos más listos, capaces para los desempeños más exigentes, no podrían, ni se les pasaría por la cabeza, acometer. Hay que tener un caparazón de carburo de tungsteno para emitir enunciados tratando de hacer creer a las mujeres que, denunciando a su maltratador, y probablemente asesino potencial, van a salir de esa llaga. Y desde luego que, con lo del caparazón duro, no me refiero únicamente para lanzar estos mensajes de que denuncien, sino, sobre todo, a la templanza de ánimo necesaria para vivir con la carga de haber animado a alguien a hacer algo con lo que, lo que ha logrado, es acelerar el encuentro definitivo con su verdugo.
Entenderán que esto de la violencia de género es sólo el botón de muestra, porque la forma de acometer el problema, del tipo que sea, siempre es la misma y, claro está, con el mismo lógico resultado. Denuncia, denuncia, le dicen a la pobre mujer, y denunció y la mató, ¿y van cuantas? Te pillé, te pillé, dicen al ladrón. Y lo pillan. ¿Y qué? Ya lo pillaron en las doscientas veces anteriores, ¿y? Aplicamos el 155. ¿Aplicar? ¿Están en la cárcel los golpistas? ¿Clausurados sus medios propagandistas? ¿Ya no manifiestan públicamente sus intenciones, su empeño y su trabajo para volver a repetir el golpe? Misma forma de resolver, mismo resultado a obtener.
Las cosas de palacio van despacio. No. No. Ojo, van despacio para los que estamos fuera, no para los que están dentro del palacio. Montoro no durmió lo debido esta noche y se le ocurrió que una buena forma de recaudación, dirá él que para desanimar a los juerguistas noctámbulos, será crear un impuesto por mirar las estrellas. Por la mañana se lo dice a Rajoy, un par de firmas y listo. A partir de la próxima semana, desde las seis de la tarde, todo dios con la cabeza gacha mirando al suelo, si alzas la cabeza, Cristobal sólo perdona infantas y amiguetes, te fuñiste, Maciste.
Los del ayuntamiento de La Gueta, que ya no les mola Benidorm, que este año quieren ir a Niágara. Propuesta de aumento de sueldo y dietas de desplazamiento; manos arriba unánimes. En vigor desde el 1 de enero del 18. Y cuidado si no es con carácter retroactivo.
Que a los que se juegan el pellejo en toda España, no sólo, y menos, en Cataluña, como son nacionales y no mossos, se les paga bastante menos y quieren, lógicamente, equipararse. Bueno, ok, vale, para dentro de tres años. Dentro de tres años... En este tiempo, alguno, es la ineludible triste realidad, se habrá muerto cobrando menos. Algunos otros se habrán jubilado, ¿en base a qué calculo su jubilación?
Si fuera por seguir... Anda que no seguiría.
Corazón descorazonado, quién te encorazonará, el desencorazonador que te descorazonó, más que te joderá.
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