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La reagonomía de Donald Trump

2 de Enero del 2018 - J.J.J. Suárez González (GIJON)

El término "reaganomía" se acuñó para definir las políticas económicas implementadas por el presidente Ronald Reagan durante sus mandatos. Estas políticas se basaban fundamentalmente en bajadas de impuestos a las empresas y a los ricos bajo las enseñanzas de las teorías económicas del Nobel de Economía, Milton Friedman, dando mayor protagonismo a la iniciativa privada frente al Estado. El pilar básico sobre el que se asentaba esta nueva filosofía económica era la desregularización, también llamada en determinadas circunstancias flexibilización o, como dirían los marxistas, dar mayor libertad a la zorra en el gallinero. Reagan, que no tenía muchas luces como estadista y muchas menos como economista, si tenía experiencia como actor y como instrumento teledirigido de los poderosos, bien denunciando a sus compañeros desde el sindicato de actores, del que fue presidente, por izquierdistas o bien, ya en la Casa Blanca, saliendo ante las pantallas de televisión con un gráfico explicando lo bueno que sería para el país y para todos los estadounidenses las bajadas de impuestos. La opinión sobre las políticas de Ronald Reagan sigue siendo a día de hoy controvertida y podríamos estar hablando del asunto durante horas, pero hay unos datos económicos significativos e incontrovertibles que la economía USA todavía arrastra a día de hoy: con Reagan aumentaron como nunca las diferencias sociales en los EE UU y se dispararon el déficit y la deuda hasta cifras astronómicas antes nunca vistas. Las políticas económicas de la administración Reagan se beneficiaron de una coyuntura internacional favorable y de unos precios del petróleo (por aquel entonces EE UU era dependiente de las importaciones de crudo) y de las materias primas a la baja que enmascararon lo que en realidad había sido un desastre. Altos funcionarios ya habían advertido que aumentar los gastos militares exponencialmente, para doblegar a la URSS, mientras se reducían los impuestos generaría un agujero presupuestario enorme de consecuencias inimaginables. Aquellos funcionarios fueron cesados de forma fulminante, pero el tiempo les daría la razón. Hay alguien más importante en los EE UU que el propio presidente del país, es el presidente de la Reserva Federal, pues sin sus maniobras de ingeniería financiera y monetaria el país no podría funcionar y no se pueden entender las políticas económicas de Ronald Reagan sin el que fuera presidente de la Reserva Federal desde el 11 de agosto de 1987 hasta el 1 de febrero del 2006, Alan Greenspan, un economista de origen judío que seguiría en su cargo con las administraciones Bush (padre e hijo) y de Bill Clinton. Aunque Greenspan había formado parte del movimiento "objetivista" que reivindicaba la necesaria interrelación de la economía monetaria con el valor de las cosas y que incluso pretendía recuperar el oro como patrón, en realidad fue el patrocinador de las políticas del pelotazo y de la proliferación de los "derivados financieros". Sin duda, Greenspan es uno de los principales responsables de la crisis financiera que asoló el mundo en 2008 y de la creación de una "bomba de hidrógeno económica", como había advertido el banquero Félix G. Rohatyn. Pero los grandes accionistas y las grandes corporaciones ganaron más dinero que nunca mientras millones de personas en todo el país se iban al cuerno.

Donald Trump va a seguir las mismas locas políticas económicas de Ronald Reagan, bajadas históricas de impuestos y desregulación y flexibilización totales, al tiempo que también suben los gastos militares hasta cifras muy imprudentes, políticas que hasta los trabajadores, ingenuamente, porque ellos finalmente las pagarán, aplauden. Todo bajo la misma coartada del crecimiento económico y la creación de empleo. Los pobres cada vez más pobres, los ricos, incluido el presidente, cada vez más ricos, y el país cada vez más endeudado. Algunos piensan que "la bomba de hidrógeno económica" explotó en 2008, pero aquello solo fue un aviso.

J. J. J. Suárez González, Gijón

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