Carta a los Reyes "Majos"
Queridos Reyes “Majos”:
Os sorprenderá mi carta, pero como soñar no cuesta y es mucho lo que llevo en el corazón, casi aprovecho más para desahogar que para pedir. No obstante, y pensando en las necesidades de los feligreses a los que sirvo como párroco, me atrevo a pediros estos imposibles:
Quiero renunciar este año a los recurrentes calcetines y bufanda a cambio de que me traigáis más colaboración y colaboradores de Cáritas, que puedan seguir ayudando a que muchas familias dejen de pasar frío hoy y siempre.
También quiero renunciar al frasco de colonia de los chinos a cambio de que nos regaléis el rico olor de las huertas de los feligreses dando frutos; el olor de los campos y rebaños llenos de vida y buena salud, que ayuden a campesinos y pastores a sacar adelante a sus familias y a cubrir todas sus necesidades.
Quiero renunciar al rico revoltijo y al roscón relleno de crema si, a cambio, los feligreses pueden disfrutar del dulce sabor que dan las experiencias vividas en la familia y con los amigos, en unidad, respeto, empatía, generosidad y cariño.
Quisiera renunciar a parte de mi aparente buena salud si con ello los feligreses recuperaran la suya y, con ella, la alegría de volver a sonreír por disfrutar de mayor autonomía y por dejar de sufrir por tantos achaques y limitaciones.
Asimismo, quiero renunciar a mi poco tiempo libre si a cambio concedierais a los feligreses de Amieva y Ponga disfrutar de mayor tiempo entre nosotros, pues muchos son los que estamos despidiendo en estos días y con su muerte también enterramos parte de nuestro ánimo y alegría. La renuncia de mi tiempo libre quisiera canjearla también, si es posible, por puestos de trabajo para los vecinos de estos pueblos, que tantas dificultades encuentran para salir del paro, a pesar de contar con muchas capacidades y valores.
Finalmente, y abusando de vuestra confianza y generosidad, renunciaría a los pocos euros o céntimos que escasa vez me han sobrado de la nómina si con ello lograra removeros en algo la conciencia y obtener de vosotros cualquier golpe de suerte, porque en estos años, como párroco, he comprendido tristemente que ésta será la única forma de conseguir arreglar las iglesias y capillas de estos dos concejos.
Supongo que al final seguiréis prefiriendo traerme los calcetines, la bufanda, la colonia y el revoltijo. Lo agradezco igualmente, pero entonces comprenderéis que el año que viene pruebe suerte con Papá Noel... Es broma, con vosotros seguiré hasta el final, pero haced lo posible por seguir alimentando mi esperanza e ilusión por ver cada día más felices a los feligreses de Amieva y Ponga, a los que trato de servir. Esperamos vuestra llegada, no tardéis, que nos hacéis mucha falta. Un fuerte abrazo.
Jano (párroco de Amieva y Ponga)
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