La Nueva España » Cartas de los lectores » Me siento cómplice de un delito

Me siento cómplice de un delito

9 de Febrero del 2010 - Carlos Trenor Medina (Ávila)

Confieso que he sido cómplice del más vil y deleznable de los delitos. Me resultó imposible alejarme del escenario del crimen y me vi arrastrado a él por una turba de delincuentes como nunca se había visto antes. Y, sin embargo, los que allí estábamos éramos todos cincuentones honrados en apariencia y nos habíamos reunido por un interés común no solo ajeno a cualquier ilegalidad, sino incluso piadoso. Más tarde la sombra del delito nos cubrió con su manto de ignominia y casi todos salimos de aquel acto convertidos en delincuentes. En los contados casos en que no fue así se debió a que ya habían entrado con esa condición. Por fuerza ha de haber algún malhechor en una representación tan amplia de la sociedad como era aquella. Porque aquella lo era; había diputados, curas, maestros, albañiles, parados, jubilados y pensionistas, ejecutivos de multinacionales, policías y guardias de diversa condición, concejales, alcaldes, viudas, un parapléjico, cinco o seis niños, varias monjas, un médico, tres bailarinas de cabaret y, según creo, hasta estaba un señor de Murcia que casualmente visitaba la localidad.

El acto se celebró con normalidad, aunque ya se veía venir la tragedia cuando el coro comenzó a desafinar en un perfecto orden; tal disciplina musical hacía que los oídos sufrieran hasta el dolor. Los intérpretes se atrevieron con la interpretación de distintos cantos sacros: desde el gospel hasta canciones del folclore zulú. Desde luego, el repertorio era bonito era, no me duelen prendas al reconocerlo; digo más, si no hubieran desafinado tanto, habría sido magnifico.

Como usted ya habrá adivinado, el acto era un funeral y en él estábamos, cuando un grupo de seis personas entró en el templo. Se distribuyeron por los laterales de los bancos y uno de ellos, que parecía el más ilustrado, se acercó al cura y le dijo algo al oído. El sacerdote puso cara de sorpresa y dirigiéndose al público asistente dijo: Estos señores van a dirigiros una palabras. Espero que sepáis reaccionar como la gente civilizada que sois y no os dejéis llevar por la misma cólera que yo siento. El hombre tomó el micrófono y dijo:

Hemos venido aquí para controlar si todo lo que se ha cantado e interpretado fue previamente comunicado a la Sociedad a la que pertenecemos.

Hemos comprobado que se han plagiado letras y melodías, algunos textos leídos por el oficiante no han sido comunicados previamente y algunas de las imágenes están fuera de normativa en lo que concierne a la propiedad intelectual.

Por lo tanto, a medida que ustedes vayan saliendo irán dando sus datos a los Agentes Culturales que hay en la puerta. Posteriormente serán requeridos para abonar la sanción correspondiente. Han de ser conscientes de la benevolencia de la Sociedad que ha considerado el luctuoso motivo de esta reunión y va a aplicar las sanciones mínimas previstas.

Otra cosa, para que vean que tratamos a todo el mundo igual: el difunto no será requerido, pero sí lo serán sus herederos en su nombre.

Fuimos saliendo de uno en uno, un Agente Intelectual nos identificaba y otro nos entregaba una citación para dos días más tarde. Luego se marcharon en un coche que, curiosamente, no llevaba a la vista ni marca ni modelo.

Varios días después acudía a la misma iglesia para asistir a un funeral de otro amigo. Me llamó la atención de que en lugar muy visible se había colocado un pasquín que decía: TASAS DE CÁNTICOS, MÚSICA Y LECTURAS LITÚRGICAS y se leían las tarifas, que variaban según los actos, la condición de los textos y las concurrencias.

Cartas

Número de cartas: 45933

Número de cartas en Septiembre: 37

Tribunas

Número de tribunas: 2082

Número de tribunas en Septiembre: 4

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador