2018

Año nuevo, vida nueva, dice nuestro no siempre acertado refranero. Al año que acaba de nacer sólo le podemos pedir que sea como el anterior, si cabe un poco menos malo, ya que todo en la vida es susceptible de empeorar, pero me temo que si nadie lo remedia, éste va a ser el año en el que, al fin, se consolide la incertidumbre en nuestro país. Que veinte años no es nada, cantaba Carlos Gardel, pero las nieves del tiempo platearon su sien. Sí que ha llovido a chuzos, desde aquellos primeros años de la Transición, en los que echábamos a correr despavoridos, huyendo de la alcachofa que nos acercaba a la boca un tímido reportero, ahora nos la comemos si antes no nos come a nosotros el reportero. No hay autoridad en el gallinero ya que los pollos pican al gallo; el perro se ha soltado de la correa y campa a sus anchas por las aceras; y los pollos de la comarca vecina han venido a conquistar el corral, con el peligro que corren de ser devorados por lobos hambrientos, que como los perros también van a su aire.

Yo, la verdad, las cosas las digo en broma, pero como tengo dotes de adivino, mis predicciones se cumplen y se hacen realidad. Nuestros políticos están para pasar una larga temporadita sentados en el diván del psiquiatra. A las pruebas me remito. Rajoy, que se encontraba en la apertura oficial de las obras de ampliación del puente de Rande, en las inmediaciones de Vigo, las mismas que Autopistas del Atlántico (Audasa) ha acelerado para poder cobrar más peaje en la AP-9 por ellas desde el próximo 1 de enero pese a quedar en la zona obras pendientes por importe de 11 millones de euros, en la inauguración de las inacabas y accidentadas obras, ha querido también despedir el año 2017 con un último lapsus, desearnos a todos lo mejor para el próximo año 2016, en lugar del año 2018, que no lo debe querer ver delante. Mientras, Carles Puigdemont, en su mensaje de fin de año, desde Bruselas, como president exige al Gobierno que repare el daño causado. En su dorado retiro no solo no se quiere enterar de que ya no es president, sino que culpa al Gobierno de España de los daños causados por su mala cabeza.

La vida del conspirador Carles Puigdemont, que se halla fugado en paradero conocido, es emocionante, incluso puede resultar más interesante que leer al escritor británico de novela policial Graham Greene. ¿Quién es el tercer hombre? La Generalitat ocultó el encuentro de Puigdemont con el magnate ruso Aminov, en Gerona, el pasado 11 de junio. Aminov no es precisamente el personaje cuya interpretación bordó para el cine Orson Welles, el que veía desde las alturas a las personas como a insignificantes hormigas -"El tercer hombre"-, pero es un reconocido pájaro con el que hay que tener mucho cuidado: es fundador y miembro del consejo de la operadora ferroviaria rusa NefteTransService, una empresa que en 2013 se valoraba en 2.000 millones de dólares especializada en transporte de mercancías. La trayectoria de Aminov ha estado salpicada por diversas polémicas ya que también apareció en los Papeles de Panamá, según informó "The Guardian". En 2002 fue detenido por intentar sobornar al director del Servicio Federal de Seguridad, Nikolay Patrushev. Hasta entonces Aminov había construido su carrera empresarial a la sombra del oligarca ruso Boris Berezovsky. Pero tras su detención cambió su posición y se acercó al nuevo poder de Vladimir Putin. ¡Tin, tirín, tirín,...tirín! Pónganle la banda sonora de Anton Karas.

Estaban muy callados, atentos al devenir de los acontecimientos y guardando la prudente distancia de seguridad, ya que la burguesía se caracteriza por la prudencia, pero por fin han salido del armario. Vascongadas ha hablado por boca del lehendakari, Iñigo Urkullu: «Para dirigir un país, hay que estar presente», en referencia al exilio voluntario del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en Bruselas para evitar ser detenido por la Justicia tras la proclamación de la república catalana. Diplomático y conciliador, Urkullu, aboga por el diálogo, por un entendimiento entre las partes en aras de fumar juntos, que no revueltos, en el futuro la pipa de la paz '¡Jau!'. Pero el presidente del Ejecutivo vasco, que estaba jugando en la entrevista a ser el doctor Jekyll, no tardó mucho en transformarse en Hyde: «Esto es lo que yo planteaba también en campaña electoral en las elecciones autonómicas vascas, que no debemos entender la política como un ejercicio de bloqueo que esté basado en el enfrentamiento entre bloques consolidados», ha manifestado. A río revuelto, ganancia de pescadores.

La belleza es muy subjetiva. Si la novia, antes hermosa y apetecible, pierde antes de la boda el ajuar, el pretendiente la abandona irremisiblemente. Son malos tiempos para la lírica, cantaba el tristemente desaparecido Germán Coppini, cantante del grupo gallego "Golpes Bajos" y de "Siniestro Total". ¿Son nuestros políticos siniestros e interesados personajes inmunes a las flechas de Cupido, o es simplemente que no tienen corazón porque lo han perdido por el camino? El PSOE reniega ahora de Unidos Podemos: "No nos hace falta formalizar un espacio de relación". Así de taxativo se muestra en su comparecencia ante la prensa el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que ya no considera prioritario tener de socio preferente a la formación morada. Se ha terminado el amor antes de haber iniciado la relación. La novia se ha quedado compuesta y sin novio porque se le han ido los votos, que no eran de castidad.

Luis Ángel Gil Urbón, Gijón