La Nueva España » Cartas de los lectores » Sobrevivir a la Seguridad Social

Sobrevivir a la Seguridad Social

24 de Febrero del 2010 - Belén Laspra Rodríguez (Oviedo)

Por fin llegó el día, nace mi nieta, de cesárea pero en la Seguridad Social. Con todas las garantías. El equipo de cirugía, muy profesional, incluso amable, nos explica que todo ha ido bien. La madre, a reanimación (REA), y el bebé, al nido las primeras 24 horas. En la REA, absoluta eficiencia, no hay descanso, pues los controles continuos lo exigen. En el nido, todo amabilidad y condescendencia, podemos ver, incluso coger, a la nena.

¡Por fin en planta! Qué bien, ahora madre e hija, juntas, y los demás, a disfrutarlas. La madre (prácticamente 24 horas sin dormir) ahora podrá descansar. ¡Vaya por Dios, la cortina de separación está en la lavandería y no hay otra de recambio! Renunciamos a cualquier tipo de privacidad.

En la cama de al lado una parturienta en dilatación se retuerce de dolores, pobre, además, tan joven, 18 años; su marido, 20. La madre, la abuela, dos hermanas y un cuñado. En fin, menuda tarde.

Llega la noche, aparece la enfermera terminator: los acompañantes no podemos usar los aseos de los pacientes y está prohibido salir de la habitación. Claro, no les gusta que las veas tumbadas en sus sofás haciendo sudokus, mientras que tú estás haciendo, en gran medida, su trabajo: atender al paciente.

Hay que amamantar a la nena y avisar para que la cambien.

Seguimos sin cortina y la parturienta se enfrenta a una noche de contracciones. El marido, agotado, se acuesta a su lado, se descalza, ronca, ventosea. La chica se contiene para no molestarle. Tiene dolores cada tres minutos, ¿quién soy yo para avisar a la enfermera, que, dicho sea de paso, no apareció ni una sola vez para controlar cómo iba la cosa?

Hay que amamantar a la nena y avisar para que la cambien.

A las cuatro de la madrugada salgo para ir a un aseo que hay en la planta baja y, de paso, un café en la máquina. Bronca descomunal. ¡Pero si no hay orinales en las habitaciones, oiga! El marido entra en el baño y está 45 minutos dentro (?).

Las 6.30, se llevan a la parturienta, a ver si mi hija puede descansar un par de horas.

Hay que amamantar a la nena y avisar para que la cambien.

Las 7, entra un huracán poniendo a prueba la fortaleza de la manilla: ¿measte? Buenos días, sí, aquí tiene. Sin previo aviso, coge la muestra, sin guantes, coge el pecho de la madre, sin guantes, lo espachurra. No tienes leche, hay que poner a la niña al pecho. ¿Pero qué cree que ha estado haciendo toda la noche, bailar el foxtrot? (48 horas prácticamente sin dormir).

Tercer día, aseo, visita médica, desayuno. Suben a la vecina. Once visitas y la cortina que no aparece. Mi hija empieza a desvariar, está agotada. Entra el huracán: ¿dónde está la paciente? Buenos días, en el baño. Entra sin llamar.

La noche, otra vez ronquidos, olor a pies, retención en las habitaciones, el personal no se entera, claro, no entran ni una sola vez. Conversaciones ajenas al trabajo en los pasillos a todo trapo. (72 horas prácticamente sin dormir).

Cuarto día: –Mamá, si me quieres, ¡sácame de aquí!

Es una verdadera lástima que frente al nivel clínico de nuestra S. S., el trato personal, la falta de educación y de profesionalidad en la planta, la ausencia total de un mínimo de consideración a la intimidad y a la propia imagen conviertan en una pesadilla lo que debería ser sólo una incomodidad pasajera. Una honrosa excepción te sonríe, llama a la niña por su nombre y consuela su llanto con ñoñerías. Varón, por más señas.

Cartas

Número de cartas: 45941

Número de cartas en Septiembre: 45

Tribunas

Número de tribunas: 2082

Número de tribunas en Septiembre: 4

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador