Campanadas de medianoche
La pasada Nochevieja, zapeando por las distintas televisiones generalistas, me fijé en los atuendos de todos los presentadores, me parecieron bien y, lógicamente, unos me gustaron más que otros. Pero no es ese el motivo de esta carta, quiero expresar la sorpresa que me llevé el día 2 de enero al recoger la prensa, concretamente LA NUEVA ESPAÑA, cosa que hago todos los días, y digo que me sorprendió porque habiendo noticias más importantes y de mucho mayor calado social, subidas del gas, electricidad, peajes, etc., el salario mínimo, la práctica congelación de las pensiones y tantas otras, hayan optado por mostrar el vestido, y no sólo el vestido, de una presentadora que dio las campanadas. Conste que no tengo nada en contra de esa presentadora, tiene todo el derecho a ponerse lo que le venga en gana y creo que hace bien en aprovechar el tirón de su fama.
Lo que no puedo llegar a entender es que su diario reservara la contraportada para dar una noticia tan banal, creo que es un retroceso años atrás, a los de los años de la España del destape. Creo que la prensa, en general, debería hacérselo mirar. Y conste que, para nada, soy una mojigata.
Rosario Gutiérrez Caño, Avilés
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