Las "cataburlas", un deporte muy español
De la mili en Colmenar recuerdo que coincidió con el coche blindado de Carrero por los aires y también que no juré bandera para poder triunfar con un gesto sobre militares que eran puro peligro de muerte. También me viene a la memoria la derrota que infringimos a un sargento sádico y chusquero que jugaba con la salud de los reclutas mediante unos ejercicios que consistían en tirarnos piedras cada vez más cerca, y que pactamos, con él mismo y sin palabras, mantenerla en secreto a cambio de que dejara de abusar. Por último, el clásico chiste que salía en voz alta desde alguna litera antes de conciliar el sueño en grupos de 250. A veces eran burlas fáciles contra los catalanes que, lo mismo que hoy en el Congreso de los Diputados, eran minoría en aquel CIR madrileño. Hacer ciertos chistes y hablar de fútbol, de las pocas libertades de expresión que nos podíamos permitir.
Muchos años más tarde, el 31 de octubre de 2017, tres amigos que cuando lo de la mili se ocultaban de las fuerzas represivas bajo los nombres "de guerra" de Felipe, Luis y Poncio, ninguno de ellos catalán pero alarmados por las palizas policiales ante las urnas del 1-O, pusieron en marcha “cataburlas”, una palabra que significa eso mismo en lo que usted está pensando. Para ponerle contenido se han repartido varios periódicos y han anotado los títulos de los artículos de opinión sobre lo de Catalunya. Han construido un fichero con cientos de títulos insultantes, burlones, amenazantes, irónicos y de similar talante contra los independentistas catalanes. No se podían imaginar que, ante el fracaso general que significaron los primeros encarcelamientos de políticos no acusados de corrupción y dado que desaparecía el peligro de ruptura con España, en lugar de un paréntesis para relajar arreciaran las “cataburlas” y se multiplicara la campaña.
Por supuesto, todo lo escrito en el ejercicio de la libertad de expresión, un derecho tan natural como el de querer separarse de España, algunos quizás hartos de tanta chanza.
Domingo Sanz, Esporles (Mallorca)
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