Los teleñecos
Turbia baja el agua en la provincia de Murcia, en la 'Operación Pokémon', que investiga las irregularidades cometidas en el proceso de su gestión: señalan a la exalcaldesa del PP en Cartagena, Pilar Barreiro, en la actualidad senadora por el PP, por irse de "viajes de placer" con dinero público entre 2005 y 2007 pagados por Aquagest (ahora Hidrogea), a cambio de una ampliación de contrato con el Ayuntamiento. Comienza el año nuevo, y todos esperamos de él no aburrirnos, por lo menos hasta después de las rebajas, que siempre preceden a la empinada cuesta del mes de enero, que este año irá acompañada (en su subida) de una nueva pérdida de poder adquisitivo para asalariados y pensionistas. Mientras, en el Olimpo de los dioses, en aquella apartada orilla, alejada del pueblo llano, Ciudadanos se desplaza a la derecha y el Partido Socialista ha dejado de considerar a Podemos como socio prioritario para desplazarse hacia el centro. La pinza Ciudadanos-PSOE que pretende un achicamiento de espacios en el área del Partido Popular. De lo que en realidad les quería hablar hoy es de la presidenta del Gobierno de las Islas Baleares, la socialista Francina Armengol, amiga subvencionada por Puigdemont, que ambiciona ser la presidenta de Cataluña y convertir Baleares en cuatro miniestados, para declarar el Reino de Mallorca en 2020. Pero se me fue el santo al cielo. Otro día de este año será.
¿A qué espera el Gobierno de Mariano Rajoy para intervenir el principal órgano de propaganda nacionalista, el canal público de televisión TV3?. No debemos olvidar, ahora que están tan de moda y en boca de todos, que los nazis conocían la importancia de mantener el control tanto de la propaganda como de los medios de comunicación del país. Joseph Goebbels fue un político alemán que ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich, más fino que cuchillo en la mantequilla cuando acuñó aquella célebre frase: «una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad». Una mentira repetida insistentemente puede llegar a durar más de dos mil años o vaya usted a saber. Además, el Partido Popular es doblemente culpable no interviniendo en Cataluña. Sabe de su existencia (la propaganda) ya que es una estrategia que utiliza y que maneja a la perfección cuando no gobierna y está en la oposición: esto está mal; únicamente está bien lo que digo yo; váyase señor...; un día y otro de la legislatura, y así hasta la saciedad.
Se encuentra el expresident Puigdemont dando voces, entre dos piedras feroces: don Oriol Junqueras y don Mariano Rajoy, los dos llevan sus correspondientes dones delante para que la burra no se espante, que no están dispuestos a escuchar sus ventosidades. Los dos le tienen ganas al escurridizo fugado, aunque por diferentes motivos: Oriol, porque se encuentra muy a gusto en la cárcel de Estremera, ya que la pena, en la vida de todo preso, pasa por haberse institucionalizado y no quiere ser el sustituto interino de Puigdemont en el Parlament. Y el otro, don Mariano, que le quiere echar el lazo al cuello para atrapar y meter en vereda, o sea en Estremera a acompañar a Junqueras, al potro salvaje de larga crin. Va a crujir este año el nacionalismo en los tribunales: el PNV afronta el juicio por su mayor escándalo de corrupción, el conocido como "caso De Miguel", un entramado societario creado por significados cargos del Partido Nacionalista para conseguir contratos públicos de manera irregular y recibir a cambio comisiones. Más de lo mismo.
¿Son nuestros políticos eso, representantes entregados a la difícil tarea de dirigir el timón del arca ciudadana. O expertos tuiteros y navegantes, de las redes sociales, donde al parecer se mueven como pez en el agua? Puigdemont publica una enigmática imagen cerca de la frontera. La fotografía, subida en la red social Instagram, muestra a dos personas caminando por una carretera cerca de la frontera entre España y Francia. No es esta una carretera cualquiera, aunque dicen que todos los caminos conducen a Roma. Esta guarda una alta carga simbólica porque la usaron muchos exiliados durante la Guerra Civil española para huir a tierras galas. En el fondo de la fotografía, amenazante, también se puede identificar la caserna de la Guardia Civil del norte de Camprodón. ¿Es el rebelde sin causa, pero con causa abierta en los tribunales, Carles Puigdemont, además de un teleñeco televisivo, también un experimentadísimo hacker o pirata informático y experto en telecomunicaciones? A saber.
Luis Ángel Gil Urbón, Gijón
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