El sexo distorsionado
Mi condición de profesor de alumnos de edades comprendidas entre los 12 y los 20 años, mi condición de padre de tres hijos, mi condición de formador católico y mi condición de orientador matrimonial dan pie a la elaboración de este trabajo.
Comienzo con mi exposición:
El sexo es el acto más íntimo y también el más bello, emotivo y poderoso, que pueden hacer juntas dos personas:
El sexo hasta hace unos años solo se vivía en la intimidad y, aún ahora, algunos lo "disfrutan" a oscuras o lleno de un romanticismo personal y solitario.
Otros contrariamente hoy lo realizan también hacia afuera: se graban, lo comparten, lo enseñan, se jactan. Lo muestran en todo tipo de escaparates, lo difunden y llega a los confines del orbe.
Cuando quien graba, comparte, enseña o se jacta es un menor, los asuntos a considerar son importantes, ello puede ser -o es ya en sí mismo- grave o delicado.
¿De qué manera influye en los niños y adolescentes crecer en una época en la que el acceso a cualquier tipo de contenido sexual es excesivamente sencillo y asequible?
Nos dice la psicóloga infanto-juvenil Patricia Díaz Seoane:
Debido al acceso libre a la pornografía, sin tener asimilados los conceptos básicos y sin hablar en casa, hacen que se viva una sexualidad que no es real: "No conocen su cuerpo pero lo exhiben".
Debe de haber preocupación por la "hipersexualización" de los niños españoles, porque: "se educan sexualmente a través de la Red y de contenidos pornográficos".
Ahora los jóvenes tienen encuentros sexuales que no son adecuados, ni graduales; no conocen lo previo. No saben elegir: las personas, las circunstancias; ni las motivaciones, ni las precauciones, ni los porqués, ni los paraqués.
Es normal que tengan interés por el sexo, que sientan curiosidad o sientan el deseo o el despertar sexual: Pero ¿y el cómo, el cuándo y el qué de las actuaciones?
En 2016, The Journal of Sex Research dedicó un número especial a revisar y evaluar todos los estudios realizados en las dos décadas anteriores sobre adolescentes y pornografía.
Sus autores, Jochen Peter y Patti M. Valkenburg, concluían que el trabajo realizado permitía afirmar que existen fuertes evidencias de que el uso de la pornografía por parte de los adolescentes condiciona sus actitudes sexuales:
Advierte de una mayor permisividad sexual.
Advierte de la tendencia por ejemplo a mandarse mensajes sexuales.
Así como de enviar imágenes sugerentes o sexuales de uno mismo.
En España, el proyecto ciudadano "Dale una vuelta", compuesto por psicólogos y educadores, preocupados por la deriva sexual de nuestros jóvenes advierte: "las consecuencias de que los niños tengan una educación sexual basada en la pornografía serán directamente proporcionales a los perniciosos modelos de sexualidad que vean en las pantallas: dominación, machismo, desprecio de la mujer e incapacidad para vivir una sexualidad que garantice el respeto y el amor".
En la web del proyecto se recogen los siguientes datos de España: en la lista de consumidores de pornografía ocupa el puesto número 13. "Situación grave". La edad media para iniciarse en el consumo de pornografía es 11 años. "Situación muy grave". Las búsquedas en Google de sexo adolescente se han multiplicado por tres entre 2004 y 2014. "Situación gravísima".
La pornografía tiene un profundo impacto en la sociedad, pero poca gente lo habla, no está en ninguna agenda, nosotros queremos que sea un tema de debate, como ocurre en otros países: La gravedad, la influencia y las edades de los afectados lo exigen.
Según la investigación realizada por las universidades de California, de Duquesne y West Chester de Estados Unidos la exposición a material pornográfico en la Red en edades tempranas origina:
"La creencia de que la mujer es un objeto sexual".
"Distorsiona la realidad de lo que es el sexo".
"Y, en varones con tendencias violenta, multiplica fuertemente la agresividad sexual".
Esto es especialmente significativo como para tomar medidas ya y para tomar medidas proporcionales a la gravedad y eficaces.
Además, repercute en la autoestima: "así, las chicas se sienten físicamente inferiores a las mujeres que ven en los vídeos y los chicos dudan de su virilidad".
Patricia Díaz Seoane, sobre cómo mejorar la situación, nos dice: "Hay que encausarlos hacia la intimidad". "Lo sano, en la adolescencia, es que haya un repunte del pudor".
Rebeca Yanke, en "El Mundo", publicó un artículo denominado, "Cómo el porno distorsiona el sexo entre adolescentes". Dicho artículo me pareció especialmente interesante y más aún la temática, por lo que he diseñado y expuesto aquí mis propias ideas al respecto recogiendo criterios de Rebeca.
Rafael Gutiérrez Amaro, Sevilla
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