Los Basilios, estirpe de orgullo
El pasado 2 de diciembre nos reunimos el grupo familiar que denominamos “Basilios” para celebrar nuestro tercer encuentro. Nos presentamos los no conocidos o recordados, nos saludamos, nos besamos, nos abrazamos, y también comimos todos juntos en el mejor ambiente de familia. Fuimos más de 60 personas, la mayor de 90 años y la menor de un año. Podríamos haber sido más del doble, pero hubo gente que no pudo participar por diversos motivos, y también sabemos que estas reuniones familiares no son del agrado de todos.
Los “Basilios” tienen su origen en la aldea asturiana de Sanzo, concejo de Pesoz. Nuestra historia comienza en 1754, año en que Basilio Fernández-Villarmarzo Villaamil y Ana María García Fernández se establecieron en Sanzo y fundaron Casa Basilio (doscientos años después nací en esa casa).
En la actualidad la tribu de los “Basilios” la forman los hijos de Rogelio y Anastasia (nacidos en 1903 y ya fallecidos), ocho hermanos y los hijos de estos hermanos y nietos de Rogelio y Anastasia, 44 primos (ocho ya fallecidos). Evidentemente, a las reuniones acuden las familias respectivas de cada uno.
Menciono en el título la estirpe de los “Basilios”, somos gente orgullosa de su historia, de sus antepasados y presentes, de su aldea nunca pérdida, de su forma de ser y vivir, y tenemos a mucha honra pertenecer a esta gran familia.
Aparte de nuestras reuniones en persona, que se programan en su momento por el que las organiza, mantenemos un contacto virtual a través de las redes dentro de un grupo llamado “Basilios”. De esta forma estamos informados de las buenas noticias y también de los infortunios que suceden en una familia tan amplia. También se comentan eventos, actividades e informaciones que de alguna manera nos afecten o están relacionadas con los “Basilios”.
Cuando finaliza un encuentro, una reunión de los “Basilios", ya estamos pensando en la próxima. En el mismo acto ya se proclaman voluntarios para organizar el próximo evento. Bueno, esto es un poco en caliente, como se dice, luego ya en frío los ánimos se calman y la tranquilidad es absoluta. No debería pasarnos como esta última vez, que transcurrieron diez años con respecto a la anterior reunión. Tal vez no sea necesario o conveniente todos los años, pues la gente se cansa, pero sí podría ser bianual o trienal, más plazo no. En mi modesta opinión, estas reuniones de los “Basilios” son la masa madre para mantener y continuar nuestra estirpe familiar.
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