NO LLEGA NI A GATOPARDIANO
No es que cambie todo para que nada cambie. No, qué va. Una y otra vez, con una desfachatez increíble, mientras no cambia nada, se reafirma en que lo ha cambiado todo. Minuto a minuto escala puestos en la clasificación para optar al título de Mayor cínico de España.
Mira que es difícil superar una gestión más nefasta que la del mister Chance que le antecedió, pero, este tío que nos ha caído en desgracia, está siguiendo el camino más efectivo para lograrlo.
Mister Chance arruinó a España, éste la ha convertido en un jarrón que mantiene en su mano, a punto de estrellarlo contra el suelo.
Y de la ruina se puede salir, pero, ¿componer un jarrón reventado, hecho añicos, vuelto mierda? Que yo sepa... Hombre, si, como dicen, con paciencia y fatiga se lo hace el elefante a la hormiga, OK, se podrían pegar sus trozos y recomponerlo, mas, por bien que se hiciera, ya no sería lo mismo.
La ruina es falta de dinero, papel impreso fabricado, y todo lo que puede convertirse en algo físico que lo represente para ser manejado, con mayor o menor dificultad, puede conseguirse en breve plazo. Idi Amin, ¿lo recuerdan, han oído hablar de él? daba orden al taller y listo, en un plisplás, billetes que jode. Pero, ¿los sentimientos, las ideas? Ay mamita, eso es harina de otro costal.
España, el imperio en el que no se ponía el sol. Eso sí lo sabrán, digo yo. ¿Y cómo logró España convertirse en ese imperio? Conquistando América. ¿Y cuándo se entendió que se había conquistado, en este caso, medio continente? Pues cuando se tuvo el control, o dominio, o llámenlo como quieran, del territorio y de las gentes que lo poblaban.
Me cargo a los que se oponen por cataplines e impongo mis ideas a los susceptibles de ser captados por ellas. Listo.
Si en vez del 2018 fuera éste el 1492, no sería necesario que vinieran de fuera a defenestrar España, ya tendríamos dentro los defenestradores, y, dado que no es tiempo de espadas y arcabuces, ¿armas, extrapolables de total efectividad contrastada? Idioma y religión.
Hoy en día, la religión, aunque la principal sea la futbolera, aún la católica pesa, anda que no joden nada los obispos, y otros jerarcas y menos jerarcas españoles, pero el idioma... El idioma, mortal de necesidad. No creo que nadie lo dude.
Más de la mitad de los españoles, católicos, del Barça, y hablando cualquier cosa menos español. Y por si esto fuera poco, no falta el mentepollo, como el deslumbrante filósofo al que dio tribuna este diario no hace mucho, que considera ser la misma miasma el nacionalismo español y el catalán, como si fueran lo mismo el que quiere conservar unida la casa que entre todos construyeron y que todos comparten, y el que quiere hacer una pared dentro de ella para separar una habitación, el salón y la terraza, porque dice que son suyos y quiere quedárselos.
Anda ya. Dónde vas, Nicolás.
De manera que la vaina, lo que es a mí, me parece muy clara. Por eso propongo esta versión actualizada de un pasaje la Biblia.:
"Y el Señor envió pestilencia sobre España desde la mañana hasta el tiempo señalado, y cuando la traidora mano se extendió hacia España para destruirla, el Señor se arrepintió del mal, y dijo al traidor que tal aberración patrocinaba: ¡Basta! ¡Detén ahora tu mano! O, mejor aún, repensó, úsala para limpiar la pestilencia que has permitido, y sigues permitiendo, arrojaran, y siguen arrojando, sobre ella."
Pero, la máxima del propio: Por muchos esteroides que le des y muchas rayas que le pintes, el ratón no llega ni a gatopardo.
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