Es necesario unirse
Estas semanas viene ocurriendo un hecho llamativo, como es la utilización de las redes sociales para convocar concentraciones contra el “incremento” del 0,25% de las pensiones sin ningún tipo de autoría.
Motivos hay más que sobrados, pues con un IPC –a pesar de los apaños con el carburante– por encima del 1% dos años seguidos, no es de recibo que el Gobierno sea insensible a mejorar las pensiones, sobre todo cuando el setenta por ciento están por debajo de mil euros.
Sin embargo, lo que me llama más la atención es lo anónimo de las convocatorias, no sé si por vergüenza a dar la identidad o por desprestigiar a los que no se esconden para tomar iniciativas, como ocurrió el día 18 de este mes cuando CC OO hizo un llamamiento a nivel nacional para protestar por la misma causa delante de la oficinas de la Seguridad Social.
Como ejemplo, ese mismo día –casi a la misma hora– mientras los pensionistas de CC OO de Asturias junto con alguna asociación expresaban su rechazo había otro aviso para concentrarse delante del Ayuntamiento de Oviedo.
Flaco favor nos estamos haciendo si pretendemos dividir los esfuerzos de movilización de los jubilados, jubiladas y pensionistas apoyados por algunos trabajadores de activo, generando una escalada de alertas en diferentes fechas y diversos lugares. Si no sumamos, nosotros mismos acabaremos con la rabia e indignación que en estos momentos tiene la ciudadanía.
Esa labor de desmovilización ya la hace el Gobierno, lanzando noticias como la subida de la base de cálculo de las pensiones de viudedad, que al leer la letra pequeña quedan como están, o la posibilidad de utilizar los años más favorables de cotizaciones para determinados colectivos, cuando ya lo contempla la ley, además de las declaraciones insultantes de la presidenta de la comisión del Pacto de Toledo, Celia Villalobos.
Es necesario unirse desde los sindicatos y asociaciones de mayores para hacer un frente fuerte que les haga sentir el aliento en el cogote tanto al Gobierno de Rajoy como al resto de partidos políticos, para que antes de las próximas elecciones exista un compromiso firme de cambiar la reforma de las pensiones y garantizar el sistema público con fórmulas de financiación a largo plazo. Lo demás es palabrería.
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