Justicia congelada en Rusia
La defensora de derechos humanos rusa Natalia Estemirova cumpliría 60 años a finales de febrero, pero el 15 de julio de 2009 fue secuestrada y asesinada en Chechenia. ¿La razón? Su activismo pacífico denunciando las violaciones de derechos humanos cometidos en esa república rusa.
Más de ocho años después, su asesinato sigue sin resolverse, la investigación está parada y nadie ha sido llevado ante la justicia por este crimen atroz. La impunidad es moneda común en las repúblicas del Cáucaso Norte y esta falta de justicia alimenta un círculo vicioso que da alas a los responsables de violaciones de derechos humanos, que siguen actuando con total impunidad.
Desde el asesinato de Natalia, numerosos profesionales de la abogacía y el periodismo, activistas de la sociedad civil, homosexuales... han sufrido y siguen sufriendo amenazas, agresiones, torturas y asesinatos.
Como prueba de ello, sirva la detención arbitraria el pasado 9 de enero del defensor Oyub Titiev, que ha sido falsamente acusado de tenencia de estupefacientes y podría ser condenado a 10 años de cárcel. Oyub Titiev dirige la oficina en Grozny de la organización Memorial, donde también trabajaba Natalia Estemirova. Un gran retrato de Natalia preside su despacho.
Mientras el crimen de Natalia siga impune, más y más casos se sumarán a esta lista. Por ello, sigue siendo más que nunca necesario que sigamos reclamando justicia para Natalia Estemirova.
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