Afán recaudatorio
Cuando Zapatero implantó la nueva ley de Seguridad Vial, carné por puntos, incluso la reforma del Código Penal para incluir delitos de seguridad vial, aumentar los efectivos policiales, radares y agilizar las multas, nos gustó a casi todos; la prueba es que disminuyeron los accidentes mortales a estadísticas de los años 60, pero eso fue una cosa y lo que ocurre ahora al amparo de las nuevas tecnologías es cosa bien diferente. Se están usando por parte de ayuntamientos, gobiernos y Dirección General de Tráfico como un absorber y chupar dinero de los conductores que raya el delito recaudatorio, es simplemente robarnos la cartera.
Primero se bajó el límite a 50 km/h por la ciudad, que estuvo muy bien, luego en muchas calles se pasó a 30 km/h y también en los alrededores o entradas a la ciudad con la disculpa de proteger a los ciclistas. Cuando todo parecía tener un final persecutorio contra los vehículos de cuatro ruedas, se introdujo en las entradas a Oviedo por autopistas y autovías muchos metros antes un límite de 50 km/h para ir alargándolo más y más, sobre todo en la entrada de la A-66 a la glorieta de la Cruz Roja, donde colocaron un radar a posta para meter multas a diestro y siniestro. Siempre rebuscan una justificación, aquí no hay ciclistas, está un monumento (San Julián de los Prados) que les importa menos que nada con toda seguridad. Pues si fuera poco, ese limitador de 50 km va alargándose sin límite. ¿Cómo es posible que en una autopista se limite a 50 km, no les parece que 70 estaría más acorde? ¿No me dirán que a 50 km el monumento no sufre y a 70 se caerá en pedazos?
Si creen que lo habían visto todo, ¡asómbrense! Colocan a un policía con trípode y radar al hombro en cada esquina de una calle cualquiera, donde les venga en gana seguir estrujando a los conductores. Si en las autopistas avisan de la colocación de los radares, en Oviedo se hace lo contrario, se acecha a escondidas a los vehículos que por razones varias pudieran en un momento dado sobrepasar los 30 o 50 km/h. Con un policía agazapado con radar movible que sancionará a medio kilómetro de distancia. También se coloca en los alrededores de San Julián de los Prados, para multar a quien sobrepase los 50 km/h en una autopista, tal bandoleros del siglo XXI.
¿Cómo es posible poner una multa a un conductor por ir a 70 km/hora en una autopista o autovía sin un peligro aparente que afecte a nadie, los ciclistas y peatones lo tienen prohibido, tampoco a dicho monumento, que está medio kilómetro más arriba?
Desde hace muchos años, cuando entras de la autovía del Cantábrico que viene de Santander a la A-66 dirección Oviedo a la altura de La Corredoria hay un radar con limitación de 50 km también colocado para recaudar y estrujar a los automovilistas; metros antes se entendería ese límite, hay dos curvas cerradas después de pasar por encima de la A-66, pero precisamente a la salida de esas curvas, ya cuando encaras la recta, es donde está presto y dispuesto el radar, ¿casualidad? ¡No!
Las normativas de ZP me parecieron correctas, había que disminuir esa masacre de muertes en nuestras carreteras, pero qué casualidad, al amparo de esas normativas los ayuntamientos y la Dirección de Tráfico fueron ampliando el incordio sobre los conductores, siempre tratando de proteger a peatones y ciclistas dentro de la ciudad, que está muy bien. Luego fueron añadiendo limitaciones a los coches, camiones y autobuses que están trabajando, para dar preferencia absoluta a los cicloturistas para su pasatiempo. Lo curioso es que tratando de protegerles tanto, por ser la parte más vulnerable de la carretera, resulta que aumentaron las muertes de ciclistas en nuestras carreteras, ¡algo se hizo precipitado! No se puede legislar con afán recaudatorio. Que quien está trabajando deba ceder su espacio y tiempo a los que van de esparcimiento. Antes, los ciclistas tomaban todas las precauciones, ahora se creen los reyes del asfalto y eso les relaja, sin pensar que pueden circular conductores despistados, con lo cual la tragedia está servida.
Querer comparar Oviedo y sus alrededores con ciudades europeas, con sus calles anchísimas, más planas que la palma de la mano y con un tráfico muy inferior por haber proyectado y facilitado un transporte público de tren, metro, tranvía y autobús modelo de puntualidad y donde en cada estación a las afueras tienes un aparcamiento para dejar tu coche, es simplemente desarrollar una copia defectuosa.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

