Cuestaciones obligatorias
Se cuenta que en época del dictador golpista era obligatorio hacerle regalos voluntariamente. Cosas de la vida, lo mismo perlas para la parienta, que palacios, que acciones empresariales.
Se dice que la mafia, en zonas de fuerte implantación, tiene un sistema parecido; o pagas o al foso. Yo mismo, hace tiempo, atravesé en un autobús una región colombiana con presencia de la guerrilla, nos advirtieron que quizás en la noche detuvieran el vehículo para pedir un donativo voluntario, ¿y si no se lo doy? pregunté. Pues te matan.
También, llegó a mis orejas de primera mano, que con motivo de una cadena humana independentista gloriosa, en las empresas de medio y gran tamaño había que inscribirse voluntariamente para que a cada cual le asignaran hora y lugar para entrelazar las manos tralará y ser más independentistas que la madre que los parió. De manera qué, quien no se alistara, quedaba señalado como español deleznable y sospechoso de matar personas.
En estos días se va a celebrar una carrera, infantil que te vi, para recaudar fondos y salvar gente a troche y moche. El sistema de participación recaudatoria es voluntario y solidario, pero las formas son las mismas citadas. Y eso es lo que me quema. Resulta que en los colegios a los niños les dan una carta y les animan a buscar patrocinadores, hablando en plata; abuelos que suelten la pasta. Es voluntario, insisto, pero... ¿qué le puedes decir a un crio de ocho años que llega a casa ilusionado? ¿Es posible ejercer derecho por motivos de conciencia o limitaciones monetarias para eludir la voluntariedad? La respuesta es no, porque subyace el riesgo de que al tuyo lo señalen en el patio. Y eso no mola.
Por lo que he podido averiguar, el promedio de aportación de cada crío no es pequeño; abuelos, padrinos, tías del pueblo y vecinos tributan voluntariamente. Calculen dos o tres euros por cabeza. Calculen la población de dos colegios. Sumen y vean.
En fin. Asumo el riesgo de que me llamen mata niños y cosas peores, es el color de los tiempos y el precio de la disidencia. No trato de discutir la conveniencia del proyecto de fondo. Pero pongo en tela de juicio el sistema recaudatorio, que a mi entender tiene algo de avieso.
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