El Sr. Simancas, la banca y las pensiones
Desde que en mayo de 2010 el presidente Zapatero nos vino de Bruselas con el rapapolvo que las autoridades de la UE le soltaron por estar practicando una política económica que generaba un déficit muy alejado de lo deseable y muchos puntos porcentuales por encima del exigido por la UE, pues resulta que los pensionistas, consecuencia de la última reforma, estamos soportando año tras año el ver que nuestras pensiones se revalorizan con un cicatero 0,25%, que ahora que la inflación ya empieza a despertar, nos hace perder poder adquisitivo.
Leo en LA NUEVA ESPAÑA del viernes 26 de enero que el señor Simancas, secretario general del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, defendió en la sede del PSOE de Gijón la propuesta del PSOE para garantizar el sistema público de pensiones con impuestos especiales a la banca y a las transacciones financieras, añadiendo que puesto que ésta había recibido una buena inyección de millones de dinero público para ser rescatada, ahora que gana dinero debería arrimar el hombro y ayudar a la sociedad.
Dicho así suena fabuloso, la pregunta está en saber si la banca se dejará que le metan mano, ¿cuánto tardaría en hacérnoslo pagar a los clientes? Tengamos en cuenta que gran parte de esos clientes somos los propios pensionistas, que nos obligan a tener una cuenta bancaria donde abonar nuestras pensiones.
Yo no tengo ni idea de cuál será la fórmula a corto plazo para solucionar el déficit de caja del sistema público de pensiones en nuestro país, pero sospecho que muy difícil ha de ser cuando vemos que pasan los años y la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, en la que están todos los partidos, no acaba de encontrar solución viable a tan grave problema. Hacer demagogia y discursos rimbombantes al respecto puede servir para engañar a cuatro ilusos o fieles seguidores de una determinada ideología, pero nunca va a tener el efecto del milagro de los panes y los peces. Según los datos, somos nueve millones de pensionistas y el sistema soporta el pago de nueve millones y medio de pensiones, ya que hay personas con derecho a dos pensiones, caso de viudedad y jubilación, que son compatibles, pero resulta que apenas tenemos diecinueve millones de cotizantes, y muchos de ellos con salarios tan bajos que generan cotizaciones de miseria. Pretender sacrificar aún más a esta gente para que nos mejoren nuestras pensiones tampoco parece sea la solución ideal.
El señor Simancas parece olvidarse de que el propio presidente Zapatero se vio obligado a congelarnos las pensiones en el año 2011, así que mal vería las cosas cuando ellos que ahora encuentran soluciones para todo no las encontraron para sí mismos entonces. De otra parte, si el Grupo Socialista cree poder solucionar este problema, creo que lo tiene fácil; aprovechando que el PP está en minoría parlamentaria, que presente en el Congreso una nueva reforma del sistema de pensiones y, a partir de ahí, que se aplique lo que ellos desde la oposición prometen. No lo hacen. ¿No será que temen que cuando caiga el PP, y ellos gobiernen, se encuentren con la cruda realidad de la aritmética, y ésta les haga desandar lo andado? Como no tengo vínculo alguno ni con el PP ni con ningún otro partido les deseo a todos que por el bien de cuantos somos pensionistas encuentren pronto una solución viable, realista y sin demagogia a tan grave problema. Pero, por favor, unos y otros recuerden que predicar nun ye dar trigo.
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