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De hecho, queremos tener hijos

19 de Febrero del 2018 - Delia Rodríguez Fernández (Gijón)

Esta semana, Foro anunció su campaña de fomento de la natalidad que se basa en pagar 150 euros/mes por cada hijo hasta que cumpla 18 años.

No puedo defenderla porque me parece ineficaz y creo que no es una solución sino un parche. Una medida que no ataca el problema y no incentiva a quien tiene dudas. Recuerda demasiado a otras campañas cuando los políticos se veían con las arcas llenas y las cabezas vacías de ideas de inversión.

La baja natalidad requiere atención urgente. Pero no lo arreglan 150 euros/mes arriba o abajo. El verdadero problema que tiene Asturias es la falta de empleo para las personas en "edad de procrear". Es el empleo precario, tanto en sueldos como en horarios. Tener un hijo no es una decisión que se toma a la ligera, y lo normal es no planteárselo hasta que se disfruta de cierta estabilidad laboral y/o económica. Sin embargo, la mayor parte de los asturianos "en edad de procrear" emigran para buscar un empleo de calidad. La prioridad en Asturias, pues, pasa por recuperar ese talento, otrora denominado "leyenda urbana". Pasa por crear empleo, por desincentivar el conformismo y la cultura de la subvención y sustituirla por mentalidad emprendedora y atraer empresas. Y así, dibujar un círculo virtuoso: en una región próspera no hay problemas de natalidad.

Reflexionemos sobre cómo queremos impulsar la natalidad. Es de sobra conocido el caso de países que basaron sus políticas exclusivamente en la subvención directa (como plantea Foro). Ese reclamo contribuyó a recrudecer la situación de marginalidad de muchas familias, agravando la brecha social. Luchar para erradicar la desigualdad social, es una responsabilidad de todos. ¿Qué oportunidades queremos para nuestros hijos? El incentivo propuesto no es suficiente para corregir el bienestar y calidad de vida. Y es que tener hijos no es algo que, al menos la clase media, se tome a la ligera.

Todo suma. 150 euros suman. Pero el problema para tener hijos al que se enfrentan muchos hombres y mujeres trabajadores, no son 150 euros cuando los hijos tienen 12, 15 o 18 años. El problema que tenemos, y permitidme la licencia de hablar en primera persona, las mujeres trabajadoras es el tiempo. Es decir, la falta de tiempo para la crianza de los hijos, especialmente de menos de 3 años. Los países que más éxito han tenido en el incremento de la natalidad, son los que aplicaron medidas combinadas, apostando por aumentar las semanas de baja de maternidad (y paternidad) y aumentar el número de guarderías gratuitas. Y es que los bebés requieren atención 24 horas/día y criar un bebé con todas las garantías cuesta mucho más de 150 euros/mes.

La guardería de 0-3 años es cara. La pública es insuficiente. Si el niño está enfermo, hay que disponer de tiempo (libranza en el trabajo) para atenderle. Contratar a un cuidador, significa, en muchos los casos, trabajar para otro, ¿compensa? Amén de la inquietud sobre la confianza de quién está en tu casa al cargo de tu hijo. Es una situación ardua para una pareja trabajadora, en una familia monoparental es misión imposible. La realidad es que criar un hijo, requiere de disponibilidad horaria.

16 semanas de baja de maternidad es insuficiente en la sociedad actual. Debemos aspirar a 180 días mínimo. Y 150 euros/mes no resuelve la incertidumbre de la no renovación a la vuelta de la baja, de no conseguir ese ascenso, del despido por disponer de demasiados días de libranza por atender a un bebé enfermo, que simplemente no te contraten... Es preciso una mayor protección en el ámbito laboral para no vernos discriminadas laboralmente por el embarazo.

Quisiera avivar el debate y no conformarnos con las derrochadoras y trilladas fórmulas esgrimidas por los partidos "tradicionales" de regalar el dinero de todos. Nos jugamos nuestro futuro, literalmente. No hacen falta fórmulas mágicas, sólo un poco de análisis y arrojo. Para el fomento de la natalidad, las naciones nórdicas son más audaces y dedican más recursos. Sean, pues, el espejo en el que nos miremos.

¿Por qué en el IRPF podemos desgravar las donaciones a partidos políticos pero no desgravar el coste de un tratamiento de fertilidad, de por sí carísimo?

¿Por qué las madres solteras no pueden disfrutar de las 16 semanas y del mes de paternidad si van a ser madre y padre?

¿Por qué la guardería pública de 0-3 años no es gratuita, no hay suficientes plazas y no es universal sino que discrimina por ingresos familiares?

¿Por qué no existen bolsas municipales de cuidadores de confianza a los que recurrir ante una urgencia y así evitar el absentismo laboral?

¿Por qué se penaliza laboralmente a aquellos padres/madres que optan por la excedencia laboral para la crianza de los hijos (haciendo una grande labor social y ahorrando el coste del servicio público de guardería)?

¿Por qué las administraciones no colaboran para implementar políticas que combinen la contratación de parados y subsidios por excedencia de crianza de hijos 0-3 años?

Me gustaría que nuestros políticos se atreviesen a "pensar fuera de la caja", y cooperasen las tres administraciones para encontrar soluciones del siglo XXI a las necesidades reales de los (futuros) padres trabajadores. Les animo a hacer benchmarking con las políticas de natalidad. Benchmarking es copiar lo mejor, no lo más fácil.

La solución pasa por un cambio estructural. El cambio estructural requiere cooperación entre las administraciones y entre los partidos, sin acusaciones infantiles, sin buscar réditos cortoplacistas, vamos, un poco de seriedad, responsabilidad y madurez... Me temo que la calidad de nuestros políticos no está a la altura del cambio que se necesita. Pero que tengan presente que el futuro depende de ellos, porque nosotros, de hecho, queremos tener hijos.

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