¡Qué pena!

El abajo firmante, miembro de la junta directiva de la Federación de Centros Regionales de Álava, apoyado por los presidentes de las juntas directivas de los centros regionales de Vitoria, ante la carta publicada en LA NUEVA ESPAÑA con fecha 28 de noviembre por don Miguel Ángel Suárez Suárez, me veo en la obligación moral de expresar los siguientes términos:

No deseo, bajo ningún aspecto, entrar a valorar la carta del señor Suárez, porque ella se descalifica por sí sola, ya que en la misma tan sólo se aprecia resentimiento y mala fe; lo que deseo, en exclusiva, es poner en su sitio la honorabilidad, honradez y decencia de don Víctor García Caso, en este momento presidente de esta federación y, hasta junio, presidente del Centro Asturiano Covadonga de Vitoria-Gasteiz, a quien tratan de desprestigiar.

Don Víctor García Caso es licenciado en Filosofía y Letras y durante largos años ha ocupado puestos de responsabilidad como secretario provincial y delegado de Cultura en funciones del Gobierno de la nación en Álava, se ganó el respeto y la admiración de todos, tanto de sus subordinados como de todas las personas que tuvimos la oportunidad de relacionarnos con él, llegando a recibir, entre otras distinciones y galardones, la encomienda al mérito civil, otorgada por Su Majestad el Rey.

Pero sobre todo, en los tiempos en los que ha sido presidente del Centro Asturiano Covadonga de Vitoria, en los que ha puesto lo mejor de él por hacer un centro de prestigio, envidia sana de muchos centros hermanos de Vitoria, Víctor y la junta directiva han pasado de no tener un local propio a disponer de uno de los mejores centros regionales que hay hoy en la ciudad de Vitoria.

Poner en duda que don Víctor García Caso no ha extendido por toda la geografía de Álava la cultura y las tradiciones de su patria asturiana es, de todo punto, una falsedad. Todos sabemos que ha sido todo lo contrario. Es autor de un libro y de numerosos artículos de investigación histórica en diversas revistas y periódicos, ha participado en el homenaje al catedrático José Miguel Caso González, ha promovido los actos del tercer centenario del ministro Campillo, es miembro del Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII.

Durante el último año, sin ir más atrás en el tiempo, ha organizado exposiciones, impartido conferencias, ha participado y promocionado cursos de asturianía (gala, baile y percusión), ha proyectado películas sobre Asturias o rodadas en dicha comunidad, ha realizado cursos de música tradicional de Asturias, viajes culturales a Asturias, la publicación de la revista «Asturcón», de la que llevan ya varios números publicados, y todo tipo de actividades sobre la cultura asturiana. Si estos pequeños aspectos aquí detallados, que sin duda serán una mínima parte de las actividades realizadas, no es potenciar la cultura, que venga Dios y lo vea.

Don Víctor García Caso, a la vez que ha sido un buen presidente de su Centro Asturiano, ha compatibilizado su cargo con la presidencia de la Federación de Centros Regionales de Álava, de la que forman parte ocho centros en Vitoria y cuatro en Llodio que representan a las comunidades de Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia y Navarra. A lo largo de estos ocho años en los que ha ocupado la presidencia, los centros nos hemos realizado en todos los órdenes y hoy, debemos decirlo con orgullo, somos un referente a nivel provincial de la gran cantidad de actos que representamos respecto a la cultura de nuestros lugares de origen, somos valorados y considerados por las instituciones, tanto públicas como privadas de nuestra provincia, y creemos con sinceridad que buena parte de esos méritos y reconocimientos se deben a nuestro querido presidente Víctor. Entre las distinciones y galardones de la Federación de Centros Regionales de Álava está la medalla de oro de la ciudad de Vitoria, concedida por unanimidad de los grupos políticos.

En fecha 18 de septiembre de 2008, la junta directiva, ante el bajo estado de ánimo por el que pasaba Víctor por las calumnias y difamaciones recibidas, se manifestó unánimemente para dar apoyo personal y de los centros que representan, reconociendo que nunca pagaremos lo que ha hecho por los centros y por la federación durante los años de su mandato.

Los que hemos tenido la fortuna de trabajar cerca de él lo podemos atestiguar y nos sentimos gratamente agradecidos por su dirección, por los consejos que nos ha dado en cada momento y por su buen hacer.

¡Qué pena! Y todo esto... ¿por qué? Por no haber conseguido ser u ocupar aquel puesto soñado. ¡Qué malos son los celos, Señor! ¡Qué malos son! Y no digamos nada del mal perder, al menos eso es lo que observamos los ciudadanos de a pie en este desagradable tema.

Por todo ello, quiero dignificar a don Víctor García Caso y tratar de poner las cosas en su justo término, qué triste que como única nómina, don Víctor García Caso, después de tantos días, meses y años de esfuerzo y dedicación, reciba ingratitud, convertida en pública por alguien que con ello no contribuye precisamente para nada en hacer algo positivo por su patria asturiana.