Perdón por el derbi
Que no el derbi del perdón ¿O tal vez si? Por si acaso voy a juntar unas cuantas frases como el amigo este de Gijón, eso sí, estas van gratis: Perdón por no desaparecer. Perdón por no abandonar al Real Oviedo en ningún campo ni categoría. Perdón por no sobrevivir con dinero público. Perdón por no tener a las instituciones a nuestro favor. Perdón por salvar al club de la desaparición. Perdón por no llamar canteranos a jugadores fichados formados en otros equipos. Perdón por conseguir que uno de los empresarios más ricos y medio mundo invirtiera en el Real Oviedo. Perdón por tener historia y ser relevantes antes de los años 80. Perdón por no imprimir los tifos. Perdón por no autoproclamarnos como rival a batir. Perdón por querer a los jugadores independientemente del color, del pelo, claro. Perdón por no tener 300 compromisos ante los que arrodillarnos. Perdón por no tener viñetistas de dudoso humor en los diarios. Perdón por no tener columnistas prepotentes e hirientes con el rival. Perdón por tener menos presupuesto y soñar con el ascenso. Perdón por hacer lo de casi siempre, lo que históricamente más veces ha pasado, ganar el derbi asturiano. Si, ese que muchos no creían ni querían que se volviera a jugar. Por todo esto y todo lo que se me habrá olvidado mencionar, perdón y mil veces perdón, porque tiene pinta de que solo es el principio. Y sobre todo y lo más importante, perdón... porque se venía venir.
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