TIEMPO MUERTO
El diario LA NUEVA ESPAÑA publicó el pasado 29 de octubre de 2017 la siguiente noticia: "El Principado prohíbe a los clubes estar en los Juegos Deportivos".
Para no cansar a quien me lea, ello supone que en la disciplina del baloncesto, en las categorías de benjamín y alevín masculino y femenino a partir de la próxima temporada no se permitirá competir a cientos de niños y niñas en una liga regular que garantiza una continuidad competitiva.
Y el impedimento deriva de la propia normativa administrativa autonómica que reglamenta las bases de participación, donde sólo con invitación de los colegios podrán participar los clubes, situación que se ha venido manteniendo en los últimos años hasta que el Sr. Director General de Deportes se ha pronunciado con rotundidad. "El año que viene no va a haber más quejas porque no va a haber más clubes en los Juegos Deportivos"
Pues bien, hablamos de niños de 8 a 12 años de edad. Y hablamos de clubes en la ciudad de Oviedo tan relevantes como el Oviedo Club Baloncesto (OCB) y el Centro Asturiano de Oviedo (CAO).
Llegados a este punto y como dicen los juristas "Dura lex sed lex" o si se quiere, coloquialmente, ajo y agua.
Pero conviene detenerse de dónde vienen las quejas, hacerle una pregunta al Sr. Director General de Deportes y reflexionar.
De dónde vienen las quejas: si bien es cierto que todo podía apuntar a que el motivo fundamental reside en que el mayor potencial de los clubes ha venido adulterando la competición, soterradamente se ha venido argumentando por los padres y madres de los colegios que existe un masivo reclutamiento de escolares por parte de los clubes.
Pues bien, en el caso del CAO, que es el más cercano para mí, y sea cual sea la queja, es del todo incierto.
En segundo lugar, cabe preguntarle al Sr. Director General de Deportes: ¿se ha detenido a examinar cuantos clubes de baloncesto asturiano, distinto al O.C.B y C.A.O, competirán a través de colegios en contra de dicha reglamentación que Vd. aplica?
Y por último, la reflexión: la ley ha de ser igual para todos y puestos a ser legalistas y haciendo de "perro del hortelano" se podría emponzoñar la situación hasta el punto de perjudicar a muchos más niños y niñas que quieren jugar a baloncesto, compitiendo regularmente.
Pero ¿por qué perjudicar a un solo niño o a una sola niña en base a una reglamentación que ni siquiera va a ser cumplida por muchos centros escolares?
Centros escolares que, por cierto, difícilmente en el futuro podrán competir en categorías superiores por carecer de infraestructuras y porque la aspiración de todo niño o todo niña es progresar y jugar donde deseen.
Cada uno mira para lo suyo, es obvio, pero hablamos de fomentar en Asturias un deporte como el baloncesto en edades tempranas y con soluciones tan drásticas se cercenará no solo los anhelos de muchos niños y niñas, sino la propia práctica del deporte en nuestra Comunidad Autónoma.
Soluciones, por favor. Y sobre todo, sentido común.
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