¿Y después del pregón de Santiago de Compostela, qué?
Sin duda hay un abismo. Una diferencia abismal que irremediablemente nos separa y no es por nuestra voluntad, sino por la de aquellos que "gozosamente" se hunden en lo más profundo de un pozo cenagoso, y se revuelcan en un amasijo contaminado de lodo sucio y putrefacto del qué son y serán, incapaces de salir.
Sin duda Carlos Santiago ha compuesto el texto más dramático que pueda realizarse, aquél que absorbe a su autor y lo contamina, arrastrándolo por un potente sumidero que le carcome.
No puede decirse que haya en su autoría desconocimiento, ignorancia, ni mucho menos humor. Hay una provocación interesada, pensada, escrita, escenificada, con el agravante de buscar con ello ofender, herir, vilipendiar, blasfemar. Nunca a lo largo de mi vida me había encontrado con algo tan vil, repulsivo, despreciable y grotesco. Algo tan inconcebiblemente "bajo" que resulta incomprensible que haya podido brotar de una persona humana.
Que haya podido tener un público expectante en su actuación permaneciendo en su escucha sin abandonar el acto de inmediato, signo es de la falta de sensibilidad humana y del costumbrismo progresivo a lo zafio y malsonante.
Ni qué decir tiene que no hace falta que muestre mi defensa de la Virgen María y del apóstol Santiago. Dos figuras que con sus vidas quedaron por sus merecimientos inscritas en la historia de la humanidad por todos los siglos, y que sólo mentes enfermas o depravadas son capaces de "pretender" mancillar.
Que el Regidor de Santiago de Compostela haya aplaudido el pregón lisonjeando a su autor es la muestra perfecta de lo poco que le importa la ciudad que rige, y el desprecio olímpico que siente hacia el común de los ciudadanos, siendo deseable que con prontitud le pasen factura.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo