¿Nos dicen la verdad, o nos manipulan?
A la vista del cariz o rumbo que está tomando el problema de nuestro sistema público de pensiones, con miles de pensionistas movilizados para protestar por la raquítica subida de las mismas, aplicada un año más desde el pasado mes de enero, uno que gusta con frecuencia de hacer uso de este foro de opinión, que LA NUEVA ESPAÑA nos ofrece a los lectores, quisiera dar mi punto de vista al respecto, aún a sabiendas de que conociendo a la 'peña', me van a llover las críticas y posiblemente incluso, a tildarme de todo lo no deseable.
Para empezar, he de recordar que tenemos la tasa de paro juvenil más alta de los países de la UE. Que tenemos una deuda pública que supera nuestro producto interior bruto (PIB), lo que supone que empezamos cada año debiendo toda la riqueza que genera el país en los 365 días del año, y que esa deuda pública genera unos intereses de varios miles de millones que hay que pagar, retrayéndolos de muchas otras cosas que con ellos se podrían hacer, como podría ser el mejorar el importe de las pensiones más bajas. También podrían ser destinados a políticas de fomento del empleo que solucionase la calamitosa situación de quienes se encuentran en situación de paro y sin la esperanza de cambiar su situación a corto plazo.
Dicho lo anterior, yo por no ser menos que tanto cantamañanas demagogo de vía estrecha como anda por ahí suelto haciendo de Quijote y pretendiendo vendernos la burra coja, a tanto pensionista razonablemente insatisfecho por la escasa revalorización de nuestras pensiones, quiero decir, qué aún a sabiendas de que hay un sin fin de situaciones calamitosas con pensiones de miseria, creo que en conjunto, siempre según mi humilde opinión, deberíamos reflexionar con detenimiento sobre el tema, y no dejarnos llevar en plan manada por la palabrería vacía de contenido, de ciertos predicadores "pico de oro", que en mi opinión, sólo pretenden llevar el agua a su molino.
Qué yo sepa, la comisión parlamentaria del denominado Pacto de Toledo, está formada con representación de todos los partidos, y justo ahí es donde se debe debatir y buscar la solución correcta para dar continuidad a largo plazo al sostenimiento de nuestro sistema público de pensiones. Mientras eso no se haga, pienso que de nada sirve pedir de manera general subida de pensiones sin saber si hay o no posibilidad de hacerlo sin que el sistema quiebre y acabemos por no cobrar ni poco ni mucho. Por todo lo expuesto, creo qué los pensionistas no nos debemos dejar manipular por ningún tipo de ideología, mientras los políticos de común acuerdo, tomen o no, la decisión de tratar de solucionar el problema de tesorería de las pensiones. En lugar de manifestarnos en petición de revalorización más alta de las pensiones, creo que sería más justo por nuestra parte, exigir mejor reparto de las mismas, en el sentido de cerrar en lo posible el abanico de las mismas. No puede ser que haya tantos que cobren la pensión máxima (2.580,13, este año) frente a tanto desafortunado que tiene que mal vivir con 400. Tampoco debemos olvidar, que son miles los jóvenes que si tienen la suerte de tener empleo, tienen salarios por debajo de mil euros y con más de ocho horas de jornada laboral. Supongo que muchos de ellos estarán pensando que quienes cobramos de pensión sin trabajar, bastante más que ellos trabajando, nos estamos quejando de vicio. No es que yo sea de natural, conformista, más bien es qué pretendo ser realista. El Estado español en los últimos cuarenta años, se ha creado un sin fin de obligaciones, que funcionaron mientras llegaban las ayudas vía fondos de la UE, pero ahora dichas ayudas empiezan a irse a ayudar a quienes están peor que nosotros; la manta o cobertor estatal se nos queda pequeña para cubrir todas las necesidades, y si tiramos de ella para cubrir más a unos, estaremos dejando a otros destapados y a la intemperie. Por favor, seamos razonables y reflexivos, no nos dejemos manipular por intereses políticos.
José Luis Álvarez Lauret
Gijón
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