Recordando a Sellaño
En junio del pasado año se nos fue Antonio Rodríguez Álvarez, un allerano de Moreda, que con el nombre de Sellaño llevó a cabo una importante vida artística como pintor, situándolo muy merecidamente entre los grandes y consagrados pintores asturianos. La acuarela era lo verdaderamente suyo, con un estilo y una técnica muy personales y muy suyos. Tanto es así que no hacía falta buscar su firma para saber que la acuarela era suya. Su personalidad artística era inconfundible.
Hizo su primera exposición en su localidad de Moreda, en 1976, en la Casa de Cultura. Y a partir de aquí su obra pictórica se catapultó y se expuso en Oviedo, en otros lugares de Asturias y en diversas ciudades españolas, como Alicante, Vélez, Málaga, Puertollano, Lugo, Ceuta, Pontevedra, Burgos, Marbella, Vigo, Ribadeo, Navia, Jarrio, Madrid y muchas más que no recordamos ahora. En alguna de estas ciudades Sellaño expuso varias veces, sobre todo en Galicia y Málaga. Participó igualmente en innumerables exposiciones colectivas, cabiendo destacar las de su pueblo de Moreda de Aller.
Y en Moreda debiera de perpetuarse el recuerdo de Sellaño de alguna manera, en lo que hay ya un precedente, y no precisamente de un pintor. Cuando el hijo de un pueblo o una ciudad en cualquier rama del saber, arte o cultura destaca sobre los demás y consigue para su terruño fama y prestigio, obligado es reconocérselo perpetuando su recuerdo de una forma u otra. Y Sellaño fama y prestigio consiguió en todos estos lugares en los que expuso sus acuarelas. Con ellas, allí estuvieron también Moreda y Aller. Y Asturias, naturalmente.
Salvo mejores criterios, al pintor Sellaño se le podía recordar, por ejemplo, con una placa colocada a la entrada de su casa, en la que vivió, pintó y falleció. Sí, gratitud siempre con los buenos alleranos que han dado fama y prestigio a su concejo en el campo del saber o la cultura. En este caso, de la pintura, que cultura es.
Ricardo Luis Arias
Aller
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