En tu recuerdo, QUINI
A mi amigo Quini, Enrique Castro, siempre estarás en mi recuerdo.
Allá por los ochenta, tuve la suerte de conocer y tratar a Quini, que fue con el Real Sporting de Gijón a jugar un amistoso con el Llanes C. F. y se cambiaron en mi colegio, que hizo las veces de vestuarios.
Sólo jugó el primer tiempo y en ese tiempo metió él solito 6 goles al Llanes, cuyo resultado final fue de 9 a 1 y el uno se lo dejó meter Doria a Garrincha, jugador veterano del Llanes, porque a indicaciones de Doria el portero se tiró tarde.
¡Eran tiempos maravillosos! A Quini siempre le caracterizó su bondad, buen humor, compañerismo y la humildad sobre todo, a lo largo de la vida. Hombres como él no debían de morirse en este mundo tan falto de humanidad y humildad.
Gracias Quini, por haberme dado tantos momentos de alegría con tus goles, tu grandeza como persona, jugador y deportista.
Descansa en paz amigo mío, allí donde estés, si hay cielo, estarás en un lugar muy destacado con tu eterna sonrisa, porque tú ya eres leyenda y éstas nunca mueren.
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