LAS MADRES CORAJE
El pasado jueves, día 22 de febrero, asistí en Oviedo a la manifestación de los jubilados, ya que desde hace dos años formo parte de la mayor empresa de este país: el club de los pensionistas. No tuve tiempo ni humor para contar cuantos seríamos los asturianos y las asturianas, que desafiando el intenso frío, nos echamos a la calle para gritar frases más o menos agresivas y reivindicativas contra el Gobierno del señor Mariano Rajoy, quien nos ha metido en el congelador de la Moncloa, desde hace cinco años, el incremento de la cuantía mensual de nuestras pensiones.
Pese al intenso frío, percibí un ambiente cálido a mi alrededor. Todos estábamos allí con el mismo objetivo, con una misma idea: El Gobierno del PP pretende arruinarnos la vida a más de 9 millones de pensionistas españoles, argumentando que no hay dinero para aumentar la cuantía mensual de nuestra pensión; a la vez que se dedica a inyectar miles de millones en rescatar al sector bancario del país. Para Rajoy las reivindicaciones de los pensionistas es un nuevo incordio en el borrascoso panorama político español, algo que no tiene sentido, algo que "no es viable económicamente". El Presidente de todos los españoles no es capaz de admitir que una familia que cobre una exigua pensión de 600 euros mensuales tenga motivos para salir a la calle a protestar; mientras su Gobierno asigna un presupuesto de casi 8 millones de euros a La Casa Real.
Tengamos en cuenta que en España tenemos que pagar los gastos de la Monarquía por partida doble, Reyes eméritos y Reyes en activo. En esta España nuestra de contrastes entre ricos y pobres, hay partidas presupuestarias en el Gobierno de Mariano Rajoy, que como mínimo deberían sonrrojarnos, por ejemplo, esos 11.000 millones de euros que la Iglesia Católica se lleva cada año de nuestros presupuestos generales. En nuestro país no es cierto que no haya dinero para subir nuestras pensiones , lo que no hay es voluntad ni dignidad políticas para realizar una redistribución más justa de la riqueza nacional. Al PP le interesa más atender el egoísmo desmesurado de los especuladores del IBEX 35, o el rescatar autopistas y aeropuertos en quiebra, que atender las reivindicaciones de "los putos viejos en pie de guerra".
Cuando el jueves caminaba por la calle Uría, rodeado de señoras, muchas de ellas madres de familia, las escuchaba hablar de lo duro que había sido la vida para ellas; me acorde de mi difunta madre, cuando allá por los años 60 y 70 del pasado siglo teníamos que trabajar en el campo en régimen de aparcería de sol a sol, es decir, la mitad de la producción para el dueño de las tierras y la otra mitad para nosotros. Pese a la exigua rentabilidad mensual de aquel duro trabajo en el campo, mi madre era capaz de ahorrar cada mes una pequeña cantidad "para el día de mañana", como a ella le gustaba decir.
Por eso, el jueves cuando esas "madres coraje" gritaban reclamando justicia y dignidad para el último tramo de la vida, me sentí feliz de estar allí, defendiendo mis derechos, pero también homenajeando la memoria de una madre coraje, mi madre.
PD: le ruego al señor Rajoy que para el año que viene se abstenga de enviarme la famosa carta anunciándome la subida del 0'25 de mi pensión, de momento sin esa subida todavía me puedo permitir el lujo de comprarme papel higiénico.
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