AL CENTRO DE ADULTOS LA ARBOLEYA (MERES)
Hace unos días falleció nuestro hermano Manuel Ángel; él llevaba muchos años padeciendo graves secuelas de un accidente de tráfico sufrido hace casi cuarenta años, quien tiene un familiar con discapacidad psíquica sabe el duro recorrido que supone para toda la familia la convivencia con enfermos de este tipo.
Al principio fueron noches sin dormir, noches de butaca de hospital, horas y horas de rehabilitación. Con esta carta queremos agradecer a todos los profesionales sanitarios (médicos, personal de enfermería, auxiliares,...) que hicieron posible que mi hermano saliera adelante (24 operaciones) y pudiese un día dejar de ir a las instalaciones del Antiguo Hospital Central de Asturias.
Pero llega un punto en que desgraciadamente los pasos hacia adelante son muy cortos y lentos; en esos momentos, te preguntas a dónde acudir para darle la mejor calidad de vida al enfermo. Casi por casualidad, oímos hablar de una institución llamada F.A.S.A.D. por algún conocido que nos la había recomendado. FASAD es el acrónimo de Fundación Asturiana de Atención y Protección de Personas con Discapacidades y/o Dependencias. Esta fundación gestiona un centro para adultos llamado La Arboleya, en Meres; en él estuvo muchos años de su vida. Tenía un horario como cualquier colegio, de 9 de la mañana a 5 de la tarde, con actividades de todo tipo (natación, culturales, asistencia en la vida diaria, servicio de orientación personalizado, logopedas,...) y sobre todo, convirtiéndose en su segundo hogar.
Es intención de nuestra familia agradecer públicamente a todo el personal la labor desarrollada con mi hermano (Rosa, Santi, Isabel, Ángel, y todo el personal de La Arboleya). El apoyo recibido sin desmayo, la implicación por vuestra parte, la tranquilidad de poder dar descanso durante unas horas a la familia, en fin, el cariño con el que tratáis a todos los chicos y chicas que acuden al centro no puede pagarse con esta carta, pero no se nos ocurrió otra manera mejor de expresar lo que toda la familia pensaba. Que estas pocas líneas sirvan para devolveros parte de lo mucho que le habéis dado a nuestro hermano. FASAD en definitiva para nosotros es acrónimo de Felicidad, Agradecimiento, Solidaridad, Amistad y Dignidad. Siempre recordaré a mi hermano bajando del autobús cuando venía del centro, con su sonrisa característica, y yo le preguntaba: ¿Qué tal? Y él me respondía: de p. madre.
Gracias.
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