Tu último trato
Querido Carlos, hace sólo unas horas que nos despediste y no puedo por menos tenerte presente en mi cabeza para recordarte. Donde quiera que estés, sé que estarás pendiente de todos nosotros, de lo que hagamos y de lo que olvidemos de hacer; siempre has sido un trabajador incansable, siguiendo la trayectoria de tus padres. Hace casi 25 años que colaboramos juntos y tu confianza fue siempre plena, unos pocos sabemos las veces que tras el tropiezo te has levantado, si cabe con más fuerza que la anterior, juntos despedimos primero a un hermano, luego a otro, luego a tu madre.... Nos separan pocos años de edad, pero demasiadas vivencias juntos y un trato exquisito a todos, cercano, familiar y cariñoso, tu casa siempre fue abierta para todos. Nunca se me olvidará tu frase de siempre, “Gerardín, ¿qué pasa, hijo?”, y me consta el cariño de todos los miles de personas con las que has estrechado la mano trato a trato, día a día y año a año. Me consta cómo perdonaste con un “no pasa nada” a todos aquellos que de alguna manera pusieron palos en las ruedas de tu vida de casi 50 años desde Galicia, Extremadura, Valencia y Barcelona.
Todos los que estábamos a tu lado sabíamos cómo iba tu salud, pero con tanta fuerza que ponías en tu vida nadie nos podíamos imaginar que tan pronto ibas a cerrar el último trato de tu vida, eso sí, en tu casa, en tu terreno, rodeado de lo que tanto querías y después de dejar lista tu semana de trabajo.
Siento, como el resto de los que te apreciamos, un vacío inmenso en mi corazón, y soñaré con que algún día a las tantas de la noche suene el teléfono y oír esa voz ronca y quebrada que me diga “Gerardín, ¿cuánto tengo que poner en la factura, ye que cerré un trato de unos xatos en 1.525 firmando el IVA y no soy capaz de dar con la cantidad?, y mira que pasaste de tratar en reales a pesetas y a euros, pero las reglas del trato siempre son las mismas, “ta tratao”.
Viaja tranquilo, ya no hay montes a los que subir, cuadra que visitar, mercado al que asistir, ni paisano al que visitar; desde ahora, para ti todo estará al alcance de tu mano. Tu mujer, tus hijos, tu familia y tus amigos seguiremos recordándote y trataremos de llenar ese vacío pensando que sigues haciendo lo que mejor sabes, estar pendiente de todos, pero no te olvides de nosotros, que yo sé que serás capaz de ser valiente en el último trato de tu vida para estar donde te mereces y buscarnos un sitio para nosotros, y mientras tanto cuida de todos nosotros como lo has hecho hasta ahora.
Hasta siempre, querido amigo, y “buen trato”.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

