La calle de Indalecio Prieto y la Memoria Histórica
La llamada memoria histórica (un pleonasmo tan gigante como nuestra catedral), en lo que a la ciudad de Oviedo se refiere, puso en funcionamiento en el año 2014 una comisión de expertos, limpia, fija, y con esplendor. De esta forma se acometió el cambio de nombres a calles con referencias franquistas, recuperadas a favor de otros personajes, a veces de pequeño fuste, tan pequeño como el del Alcalde de entonces, Gabino de Lorenzo.
Sin embargo, al actual tridente consistorial ovetense de extrema izquierda (PSOE, IU y Podemos) no le ha parecido, se ve, que la actuación de aquella comisión de expertos fuese, ni limpia, ni fija, ni esplendorosa, qué bah. Había que meter cucharada también en este asunto que, en un principio fue creado con un espíritu de reconciliación y concordia, respeto al pluralismo, y defensa pacífica de las ideas. No tanto, parece.
Y es que, entre otros dislates del actual Gobierno municipal ovetense, se ha mantenido la calle del asesino Indalecio Prieto, uno de los culpables del intento de golpe de Estado en 1934 encabezado por la Esquerra Republicana de Cataluña (qué casualidad) y el PSOE asturiano, en lo que la historia reconoce como el prólogo de nuestra maldita Guerra Civil Española.
Al socialista Indalecio Prieto, sobre todo, debemos los carbayones la muerte de casi dos mil personas, la destrucción de nuestra ciudad, la catedral, la cámara santa, la universidad y un largo etc. ¿Cómo es posible mantener una calle a nombre de tan repugnante asesino, sin que nadie se inmute? ¿Acaso no es suficiente con que nuestros vecinos de Gijón le hayan puesto otra calle al asesino de Paracuellos? Por cierto, ¿reconoce el Ayuntamiento de Oviedo en su "Ruta por la Revolución de 1934", dentro de la programación sanmateína este intento de golpe de estado de parte de la izquierda de aquel año? ¿Reconoce la barbarie que supuso esta crueldad, o acaso se jacta de ella?
Lo último de este capítulo de intelectuales de la extrema izquierda ovetense (no será lo último), es que, con casi 60.000 euros de todos los carbayones, se cambiarán todas las placas de las calles objeto de la memoria histórica, adjuntando otra inscripción en la que se explicará el por qué del cambio. Pues bien, desde aquí exijo que se quite la calle del asesino Indalecio Prieto, con la misma explicación que este dirigente socialista dio en su exilio dorado en México, donde tal y como reconoce la historia, se hizo con un caudaloso tesoro de oro y obras de arte, enviadas por el Gobierno de la república poco antes de finalizar la Guerra Civil.
Dicho mensaje, dictado por el propio asesino Prieto, y que yo propongo para la placa que sustituya el nombre de su calle ovetense, decía así: "Me declaro culpable ante mi conciencia, ante el Partido Socialista y ante España entera, de mi participación en aquel movimiento revolucionario (se refiere al de Octubre de 1934). Lo declaro, como culpa, como pecado, no como gloria".
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