La verdad de una emocionante amistad
Escribo estas letras cuando mi reloj indica las 3 horas y 24 minutos de la mañana del día 6 de marzo de 2018, y preguntareis por qué. Muy sencillo no concilio el sueño, mis pensamientos debido a lo pasado y mis propias emociones me indican relatar tal como me salen de mi propio corazón.
La historia empieza el 23/02/18 cuando ingreso en el HUCA para una intervención quirúrgica de cardiología debido a una estenosis severa. En otras palabras tengo que cambiar la válvula aórtica de mi corazón. La operación en sí sale bien según los partes médicos, permanezco en la UCI hasta el domingo, día en el que me dan traslado a una habitación (120) planta de cardiología. Y aquí empieza esta historia que me emociona tanto. Mi compañero de habitación Carlos y yo, sin conocernos absolutamente de nada y en el trascurso de 9 días entablamos una gran amistad derivada principalmente por la coincidencia en el carácter, la compresión, pensamientos y respeto mutuo. Ahí se empieza a fraguar una gran amistad y siempre con la mutua participación de nuestros familiares que en todo momento nos muestran su apoyo y cariño. Tengo que decir la chispa que surgió en esta relación fue absolutamente entrañable y me atrevería a decir inmejorable. Y aquí y ahora es donde mi subconsciente me dice que tengo que expresar estos pensamientos y sentimientos.
El día que me dan el alta para venirme a casa (05/03/18) y antes haber tomado nota ambas partes para contactar en adelante y cuando nuestra salud lo permita vernos para celebrarlo; Carlos se tiene que quedar unos días más por diferentes controles (su 2ª intervención y patología diferente a la mía) que ojalá se resuelvan cuanto antes. Y es aquí cuando a la hora de despedirse veo que se me emociona. Incluso llegan a brotar lágrimas en sus ojos, con lo cual me hace expresar el mismo sentimiento, incluso hasta la bajada a cafetería para despedirme de su familia estoy obligado a sacar el pañuelo del bolsillo... digo yo, será por lo de "la vida es un pañuelo" o “vive y deja vivir”, a veces reflexionando pienso que cómo podrá haber gente mala o perversa, desgraciada y pervertida, todo lo contrario, aquí está el mejor ejemplo: el de Carlos y el mío con este gesto que a mi entender nos hace fieles a nuestro modelo personal, a mí me indica una ternura humana insuperable por parte de una persona que inevitablemente traspasa los límites reales de una gran amistad. Olé Carlos y mejórate pronto para cumplir nuestra mutua promesa.
En cuanto a amistades y en especial a las familias no sé cómo expresar ese interés y apoyo incondicional y cariñoso, tanto por lo que conocí en la de Carlos, como en la mía propia que ya conozco. Gracias infinitas a todos. Y sirva esta reflexión como ejemplo para seguir disfrutando por ellos un poco más de esta vida.
Mi más sincero cariño personal a todos y aquí si la salud lo permite me tendréis para lo que sea. Y a ti, Carlos mejórate pronto amigo, estoy contigo.
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