Gabriel Cruz, una estrella
Nuestro querido Gabriel: digo nuestro porque ya formas parte del corazón de toda España. Almería se ha quedado pequeña para rendir homenaje a un alma tan pura como la tuya. Te fuiste poco antes de la primavera, cuando los días empezaban a crecer y podías jugar más tiempo en la calle. Te marchaste de puntillas, sin hacer ruido. Aquel fatídico 27 de febrero nos dejaste un gran vacío, pero nunca perdimos la esperanza de verte correr hacia los brazos de tus padres, donde hoy deberías estar. Desde que tu imagen salió en los medios de comunicación, se quedaron grabadas tu sonrisa y tu ternura en el corazón del país, un país que hoy llora tu ausencia. Quiero pensar que el Cielo necesitaba de tu luz para brillar con más intensidad. Pequeño Gabriel, has hecho posible que ahora naveguen por el mar más peces de colores, has unido por tu causa a toda una nación, has mantenido abrazados a tus padres y, desde allá arriba, seguirás actuando como un ángel, como lo que siempre fuiste. Ilumina el camino de los que te dieron la vida, que son un ejemplo para todos de fortaleza, esperanza y bondad, pide justicia para quien te la arrebató y no dejes de brillar con luz propia. Orgulloso está el firmamento de tener hoy una estrella llamada Gabriel Cruz. Hasta siempre, pequeño, no dudes nunca de que permanecerás en todo momento en el corazón de los que te aman. DEP.
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