Reclamar al maestro armero
En materia de reclamaciones de consumo los ciudadanos de a pie estamos desasistidos. La expectativa de éxito de una reclamación es prácticamente cero. La nula dedicación y poco oficio de las oficinas de Consumo en la gestión de las reclamaciones que generamos los ciudadanos hace que nos sintamos desamparados.
Las resoluciones que recibimos son prácticamente fotocopias unas de otras, y siempre desestimadas. El colmo de la desfachatez llega cuando en una misma resolución se desestiman varios expedientes iniciados como consecuencia de reclamaciones promovidas por diferentes personas. Pero aún hay más. En los últimos tiempos ni siquiera nos remiten las «fotocopias», sino que una simple llamada nos comunica que nuestra reclamación queda sin efecto: señora o señor fulano de tal, su reclamación ha sido desestimada, que tenga un buen día.
Para contar supuestamente con esta inoperante Oficina de Consumo que la Administración local pone al servicio del ciudadano, ¿no valdrá más reclamar al maestro armero? Siempre nos quedará la UCE.
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