A POR ELLOS
Publiqué, en este medio, una carta (10-2-13) que invitaba a lo mismo que esta de hoy. Las razones de entonces eran las mismas que ahora, pero un poco menos cabreado. Cada día estoy -creo poder decir lo estamos muchos- más cabreado. La corrupción nos come día a día. Estos cuatreros son insaciables. A nivel personal y a nivel de partido político. Necesitan al partido para seguirnos robando. Aunque sean los suyos -los de su partido- quienes están dando chivatazos que, de no ser así, harían mucho más difícil su inculpación. Es decir: son ladrones y chivatos (lo hacen por venganzas personales y no por un "ataque de decencia").
No se puede aguantar más. Cada día nos empobrecen más a nosotros, a nuestros mayores -¡esos héroes!- y a nuestros jóvenes. Nos llevan a un precipicio de muy difícil retorno, mientras se enriquecen con lo nuestro. Sin pudor. A la puta cara. Amparándose en unas leyes que protegen -les protegen- a los que delinquen y en una justicia lenta y muy cuestionable.
Estamos en un bucle que no tiene salida por los procedimientos -muchos ya fracasados- que nos aplican, ¿crecimiento económico para quien? En Alemania la izquierda y la derecha se han puesto de acuerdo para subir las pensiones más del 3%. Aquí el acuerdo es imposible. Me refiero a que se pongan de acuerdo dos partidos enemigos -iba a decir adversarios, pero se queda corto-.
Hoy reenvié un montón de wasaps que me enviaba un preparado e inteligente amigo con sus opiniones para mejorar -yo diría salvar- esta economía tremenda. Todas sus ideas ya las pensamos muchos -quizás no tan condensadas- y, algunas "sueltas" nos las dicen los políticos. Todas más que razonables.
Mi teléfono se llenó de respuestas de adhesiones totales. Este país no es pobre, lo están convirtiendo en ello (competimos en precio de mano de obra con los chinos; el I+D al carajo).
Había una" idea fuerte": con estos políticos no lo sacamos adelante. No es posible. O corruptos o serviles al servicio de los corruptos. Además no hay esperanza que acuerden nada -más allá de sus propias subidas salariales-, pensando en los intereses de los ciudadanos por encima de la de sus partidos.
Urge ya una representación en el parlamento de los pensionistas -cuanto más amplia mejor-, somos suficientes para pesar en las decisiones parlamentarias. Y además la tasa de reposición "está asegurada". Caben todos: izqda, dechas, centro, agnósticos creyentes o ateos. Tenemos que organizarnos ya, antes de que sea muy tarde. Estos ya han demostrado de lo que son capaces. Es cuestión de honestidad, preparación, capacidad y sentido común. Y de esos tenemos millones de pensionistas.
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