La Nueva España » Cartas de los lectores » Tribuna » Hevia, virtuoso entre los más virtuosos

Hevia, virtuoso entre los más virtuosos

28 de Marzo del 2018 - Agustín HEVIA BALLINA

José Angel Hevia Velasco, con el nombre artístico de Hevia, acaba de asomarse, de nuevo, con aire casi triunfal, a ese mundo de la gaita, cuyas puertas, junto con su hermana María José, ya las tenía bien franqueadas, cuyas esencias y modalidades le han puesto en las fronteras del estrellato, le ha colocado en las cimas de los divos, le han elevado a la categoría de los grandes y le han abierto las puertas de la fama.

Un nuevo y singular disco, que entremezcla características de libro con virtualidades de sello discoideo, es su oferta novedosa y gratísima, que se abre a nuevas exploraciones en el dilatado panorama de la música para ese instrumento perenne de la gaita. Hevia, con ella por bandera y lábaro, se ha convertido en virtuoso entre los más virtuosos, ha alcanzado cotas, que, hasta ahora, pocos, muy pocos, en muy exiguo número, quizá ninguno, habían alcanzado, llevando a las sublimidades de su posibilidad un instrumento, del que Hevia se ha convertido en maestro entre los maestros, viniendo a situarlo en las cimas del perfeccionismo, sin que sea posible aventurar qué inexploradas cotas y metas le aguardan en ese ascenso ininterrumpido y constante, donde Hevia, día a día, con paso firme y seguro, con la vista puesta siempre en nuevos objetivos, no cesa de instalarse, en su conjunción de investigador, de ensayista de la música de gaita y en sus posibilidades de intérprete.

Hevia ha unido su vida con su esposa dominicana, ha ido al reencuentro de los sones, que, quizá dormidos, nunca faltaron en su gaita, los ecos de un mundo que tiene por escenario los aires caribeños, que, de alguna manera, fueron un reclamo perenne para él y para su gaita. Saltó Hevia a la fama con “Tierra de nadie”, vino a consagrarse como divo sin igual con “Al otro lado” y, al presente, acaba de hacer presentación oficial de una novedad apabullante en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, ofreciéndonos su libro-disco “Al son del Indianu”.

El contacto con los aires caribeños dilató los panoramas en que la gaita de Hevia se mueve “como Pedru por so casa”. El mundo de los indianos lo tiene Hevia, de algún modo, en sus genes. Su abuelo Corsino, hermano de mi padre, fue a las Indias, como se decía, “a hacer la América”. En la indigencia fue para allá y en la casi misma indigencia retornó porque, desde Cueli, Parroquia de San Esteban de Miravalles, una jovencita, atractiva y pizpireta, tiraba de su retorno con más fuerza que las ansias de mejora que le habían llevado a Cuba. Mi tía Angelina, la abuela de Hevia, recibió al “indianu” que volvía para radicarlo, ya de por vida, en su Miravalles adorado y después en Villaviciosa.

En La Habana se encontró Hevia con la tienda en que el abuelo Corsino había hecho de dependiente, antes de retornar a Moriyón. Otros dos Hevia Noriega, Carlos, primeramente y José, después, siguieron luego pariguales derroteros hacia las tierras del gaucho Martín Fierro, la hermosa tierra de la Argentina, para recalar, más tarde, en la perla del Caribe, dejando por allá semillas que, en sus troncos germinaron en nuevas familias, cuyos trazos verticales de su Hache de los Hevia quedaron hincados entre Miravalles y la Cuba de señuelos y atractivos tan vigorosos, que ya no les permitieron volver.

Hevia ha estudiado con profusión los ecos de la gaita, que muchos coterráneos nuestros llevaron consigo a la América que, cual madre generosa y nutricia, mantuvo las remembranzas de la madre patria en su integridad, por si un día, que todos consideraban sería venturoso, se terciaba el retorno ansiado, volviendo en la médula de sus almas con los sones de los “indianos”, lo que Hevia, por los que retornaban, ha titulado “Al son del Indianu”.

Hevia nos presenta en su libro-disco o disco-libro una realización novedosa a no poder más. ¿Dónde quedan las ya arcaicas sonoridades de “Tierra de nadie”? ¿Dónde ha quedado “Al otro lado”, que suena ya a trasnochado en la “Gaita de Hevia”? Visto lo que hemos visto en esa versión de “Al son del Indianu”, oído lo que nos entró por los oídos en el Club Prensa Asturiana, el día pasado, uno no puede menos de sentirse apabullado ante los logros asombrosos de Hevia.

Al día siguiente, los comentaba con mi amigo Joaquín Pixán, otro genio en el arte de obtener de la música las sonoridades también rayanas en el virtuosismo: “Hevia participa un poco -o un mucho, quizá- de la categoría de los genios”. Poner coto a las virtuosidades de su singularidad y genio será como “poner vallas al campo”. Siempre encontrará Hevia cauces para saltárselas, con la expresión de su genialidad.

Tengo ante mí una carpeta con recortes de prensa de mi archivo personal. He seleccionado alguno: “Sua maestá Hevia conquista Italia, con su gira de invierno”. Sobre todo este otro: ”Un tango a la gaita del asturiano Hevia hace al Papa romper el protocolo”, con la foto que ha dado la vuelta al mundo en las redes y en todos los medios de comunicación: el Papa Francisco sostiene, con calor y efusión, la mano de Hevia, en un saludo como son los del Papa Francisco, afectuosos a no poder más. El Papa hasta se bajó de su estrado para saludar a Hevia y a María José. Y unas palabras del Papa: “Gracias por tocar aires argentinos”. Aquel “Volver”, interpretado por María José, la hermana de José Ángel, en la percusión y por Hevia a ritmo de gaita y tambor, emocionó al Papa Francisco. Si en algo tiene que parecerse a la apoteosis cualquiera de tantas interpretaciones, como han protagonizado Hevia con su hermana, María José, pienso que el momento más emocionante de su vida lo habrá marcado este “Volver”, en que la gaita de Hevia y el tambor de María José rozaron alturas, que ni a ellos mismos les habrían parecido alcanzables.

Imagino con creces vuestra emoción, muy queridos María José y José Ángel, y la satisfacción que ese momento del Papa Francisco, con su llaneza, con su humanidad comunicadora, con su alegría rezumando a flor de piel ante aquel ritmo del “Volver” argentino, que bien podría convertirse en el himno de las despedidas del Papa en sus viajes, sobre todo cuando los “enojados” argentinos, porque no va allá, para poder cantarle el “Volver” y “Volver”, para expresárselo, siempre, otra vez.

De Hevia y de María José podrá decirse, en la presente circunstancia, que casi, han tocado el cielo con la mano. Quedaos, Hevia y María José del alma, con la entrañable y cariñosa bendición del Papa Francisco, que ha conseguido fusionar la Argentina de sus cariños y de sus amores con la gaita asturiana de Hevia. Ese para vosotros histórico “Volver” vinculadlo estrechamente con los que han vuelto y volverán “Al son del Indianu”.

Agustín Hevia Ballina, archivero de la Catedra, Oviedo

Cartas

Número de cartas: 45106

Número de cartas en Abril: 122

Tribunas

Número de tribunas: 2036

Número de tribunas en Abril: 5

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador