Golpe a la fauna local ovetense
Pongamos que a la mayor brevedad pongan en conocimiento público una serie de hechos de los que el Ayuntamiento de Oviedo es protagonista y, que desde el punto de vista de los amantes de los animales, atentan contra nuestros derechos y contra los de las especies locales entre las que se encuentran los gatos y las palomas.
El Ayuntamiento de Oviedo puede condenar a morir de inanición o privar de libertad a unos dos mil gatos y cientos de palomas, ya que pretende hacer efectiva una ordenanza municipal de convivencia en la que ha añadido a última hora, entre otras, la prohibición de dar de comer a gatos y a palomas a aquellos que deseen hacerlo. Con esta ordenanza no sólo priva a los amantes de los animales de su derecho a ayudar y a disfrutar con los mismos, sino que hace oídos sordos a la ley del Principado de Asturias del 23 de diciembre de 2002, sobre tenencia, protección y derechos de los animales.
Por otro lado, resulta indignante que el Ayuntamiento, haya dado como respuesta a aquellos que trataron de manifestarse o informarse sobre el tema, que los animales no iban a morirse de hambre porque se les iba a enviar al albergue municipal, cosa que no sólo masificaría tanto el albergue como todas aquellas protectoras, casas de acogida, etcétera, sino que sería un duro golpe para la fauna local; no debemos olvidar que los gatos son animales silvestres, inofensivos para los humanos, pero necesarios para el entorno y podría ponerles en peligro de extinción. Por otra parte, los albergues y las protectoras están para acoger a animales abandonados, desprotegidos o en peligro, no para sacar a los animales de su hábitat, natural. ¿Piensa el Ayuntamiento recoger en albergues a todos los jabalíes, lobos, águilas, etcétera, cada vez que molesten a alguien? O, ¿pretenden multar a los dueños de las fincas porque se alimentan en ellas? ¿Por qué no se preocupa, como hacen otros ayuntamientos, de promover campañas de esterilización de las hembras para controlar la natalidad? Resulta muy penoso que en el llamado «Paraíso natural» se quiera encerrar la naturaleza y multar a los que se preocupan por ella.
Si el Ayuntamiento lo que trata de hacer es velar por la limpieza, que matice en la citada ordenanza que se multará a quienes tras dar de comer a los animales dejen restos de basura, pero no que en pro de la convivencia prive a animales y personas de un derecho que poseen, porque aquí cabemos todos y podemos convivir en orden y con libertad.
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