No hay color
Atardecer del 27 de febrero de este año 2018, la bandera azul de Asturias se tiñe de gris, su cruz se inclina con respeto y el rojo y el amarillo de nuestra bandera española se repliegan en su honor, gentes de todo el mundo relacionadas con el deporte y no relacionadas se echan las manos a la cabeza, después de superar un secuestro, un cáncer y los demás problemas que nos acarrea la vida, un infarto se lleva a nuestro Quini del alma con tan sólo 68 años recién cumplidos en septiembre.
Como ya os conté en una de mis cartas con fecha de 3 de julio de 2016, publicada en el periódico LA NUEVA ESPAÑA y con el título de "Un Paisano", ya os comentaba mi cariño, respeto y admiración por esta persona y de la cual se puede hablar en cualquier punto del mundo y todos lo reconocen y admiran, nunca en ningún lugar e oído hablar mal de él, ni el más mínimo comentario en su contra, sea de donde sea y confiese una idea política o religiosa distinta. Siempre ha defendido España, Asturias y a sus gentes, sin importar sus colores, sin un mal gesto, sin una mala palabra, su sonrisa nunca desaparecía. En la prensa y en todos los medios de comunicación oímos hablar de Cristiano, de Messi, son muy conocidos, ganan muchos premios, muchos trofeos y sobre todo, para mi opinión, demasiado dinero, pero lo que ellos no saben ni se puede imaginar es que dentro de unos años pocos se acordaran de ellos salvo los muy aficionados al fútbol, y de nuestro Quini nadie se olvidará nunca. No podemos decir que no ha ganado premios ni trofeos, para todos nosotros lo ha ganado todo, y sobre todo nuestros corazones.
El Molinón llora, Asturias llora, España llora, se nos va un "Grande del Mundo", él nos demostró cómo ganar el cariño de la gente. Hoy los ángeles están contentos, ya tienen entre sus filas a nuestro ser más querido y admirado, aunque nosotros estemos tristes. Mis respetos para toda su familia, un abrazo para tus hijos y otro abrazo fortísimo para ti, KiKe.
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