Dos cronistas en Siero
Creo que fue el escritor inglés Roger Wolfe el que dijo que todos tenemos derecho a expresar libremente todo aquello que nos esté permitido decir. Así que mientras nos lo permitan quiero repasar algo de lo que ha ocurrido en estos días. Los hechos negativos que son los que suelen ocurrir con frecuencia, pues los positivos escasean, no se construyen en el día, y por tanto no se dan con tanta frecuencia, y se escriben pocas noticias en los periódicos, donde según la fórmula, un texto se dice que debía provocar tres emociones en el lector: alucinarle, divertirle y enfadarle, hoy las noticias en los periódicos tienden más a enfadar, indignar a la gente, como ésta que nos ocupa, la del nombramiento de José Antonio Coppen Fernández como cronista oficial de Lugones, que la Corporación municipal del Ayuntamiento de Siero hizo el pasado 22 de febrero.
Fue el Alcalde Ángel García quien hizo la propuesta de calificar a José Antonio Coppen como cronista oficial de Lugones, sin protocolarizar. Incorporar al protocolo sin protocolarizar, es señor García pisotear la regla de protocolo escrita por decreto, es menospreciar al actual cronista oficial de Siero, Juan José Domínguez, que lo es desde 1998, es una incorrección, un atentado sobre valores de convivencia, un caso flagrante de inoportunidad que enciende la agitación social en que vivimos, donde el regidor ha encontrado un filón para relanzar su menguada trayectoria, con el nombramiento de Coppen, el señor García se premia a sí mismo, colgándose los honores de ser el alcalde del primer concejo de Asturias en tener dos cronistas oficiales, también es el primer teniente alcalde bautista de Siero, entra en el Libro Guiness de los Records, o lo que es igual, el gran libro de los tontos.
Debo ser un bicho raro, porque no me gustan estas cosas, no estoy de acuerdo en nada, con el nombramiento que se le hace a Coppen, no me cabreo como antes porque los años, uno con la edad desarrolla defensas psicológicas, pero discrepo en todo con el nombramiento, no es la primera vez que trato este asunto, lo hice en septiembre con motivo de la propuesta del nombramiento y confiaba en que el regidor rectificara en ésta su iniciativa y se fuera hacia la petición que el periodista Pablo Martínez Vaquero había propuesto de que se le diera el nombre a la Casa de Cultura de Lugones, propuesta que contaba con numerosas firmas y el respaldo de la sociedad civil y de asociaciones de Lugones, nombramiento que colmaría las expectativas de los muchos vecinos que venían pidiendo un reconocimiento público a Coppen, que como bien dijo Abel García en su atinado artículo, Lugones sin Coppen, no hubiera experimentado un cambio tan notable en todos los aspectos, no sería el mismo, el espacio público del pueblo, la Casa de Cultura que le recordaría siempre. Su propuesta señor García, si no es delito, habrá que reformar la ley para que lo sea, no puede hacer suya esta actitud, hay límites, incluso el respeto a la voluntad popular. Sólo gente de alma ruin movida por el más peludo de los odios pondría trabas a que el espacio público del pueblo, la Casa de la Cultura lleve el nombre de Coppen, persona del pueblo de Lugones, porque empobrecería cultural y espiritualmente a Lugones.
Benigno Martínez-Fuego
Marcenado (Siero)
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