Funcionarios que se niegan a atender
El día 27 de marzo acudí a la Oficina de Registro de la Delegación del Gobierno, en Oviedo, a realizar un trámite de no más de dos minutos. La oficina cierra a las 17.30 y yo llegué a las 17.10.
Entro y veo que sólo tengo una chica delante y que hay dos funcionarios atendiendo. Bien, iremos rápido, pensé yo.
A las 17.18, una de las personas que estaban atendiendo nos dice a la otra chica y a mí que nos vayamos porque “no le va a dar tiempo”. Ante nuestra respuesta de que son trámites breves para los que además hay un plazo y que hemos llegado dentro del horario de atención, ella alega que “no puedo trabajar ni un minuto más de mi jornada porque no lo cobro”.
Señora... Bienvenida al mundo real, donde el 56% de las horas extra no se pagan y equivaldrían a 156.000 empleos. Donde mucha gente que está cara al público sale del trabajo más tarde porque aún hay gente (vaya a un supermercado y compruébelo). Donde la mayoría de gente no tiene el puesto garantizado a través de una plaza “en propiedad” y si mete la pata (o no trata bien al público) es despedida. Donde no se puede uno tomar el café a la hora que quiera (y mire que daría de sí este tema...).
Personalmente, me molesta muchísimo que me diga esto usted, que tiene unos privilegios que los demás no tenemos, como por ejemplo, y de manera muy resumida, no tener que fichar o poder hacerlo como se vio en el Palacio de la Justicia de Valencia (busquen y alucinen, irse de rebajas es fundamental...), no se trabajan los festivos, no se tiene un objetivo de productividad, ni hay competitividad, existe el derecho a no permanecer en el puesto de trabajo a partir de las 18 horas (que no las 17.30, señora), hay permisos especiales de paternidad, no se puede ser despedido si se tiene plaza fija salvo falta muy grave, hay trienios, seguros médicos (Muface), y hasta, por Dios, descuentos en paradores.
Por lo tanto, creo que no pasa nada por dedicar un minuto de su sagrado tiempo a una persona que financia el que usted tenga todo esto. Y si no quiere hacerlo, al menos, dígalo de otra manera, con más tacto, háblenos de la posibilidad de hacer la gestión on-line, pida disculpas por no poder atendernos, no sé... Tenga algo más de modales.
Para su tranquilidad le aclaro que lo mío era muy rápido y no hubiera usted salido tarde.
Atentamente, una contribuyente que si no ha terminado su trabajo se tiene que quedar un rato.
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