Sobre los planes territoriales de empleo
Desempleo: 4 millones largos de personas. Uno busca por cien mil sitios y no aparece nada. El Servicio Público de Empleo no es más que un negociado al que acudir cada tres meses a sellar la cartilla de desempleo (incluso ahora ni eso, ya que internet te ahorra el trámite). El correo electrónico se te llena todos los días de cursos carísimos para tenerte ocupado en algo (función que tendrían que desempeñar esos sindicatos que, a buenas horas, quieren hacer el papelón de enseñarle los dientes al Gobierno). Acabas pensando que la única solución es huir en busca de otras perspectivas...
Y en este tenebroso contexto aparecen estos Planes Territoriales de Empleo para ayuntamientos y mancomunidades. Nombre que aparenta ambición y que es lo mismo de siempre: dinero público para crear puestos de trabajo ficticios, durante períodos de tiempo generalmente cortos; en otras palabras: pan para hoy y hambre para mañana. Y lees las convocatorias porque algunos puestos despiertan tu interés y es ahí donde salta la sorpresa: unos exigen llevar un período mínimo empadronado en el municipio convocante, otros que la titulación exigida haya sido obtenida en los X últimos años, y así otras lindezas.
Pero, ¿no estábamos hablando de movilidad laboral? Cómo es que si yo vivo en el municipio X y hay una plaza que me interesa en el municipio Z, no puedo optar a la misma porque no llevo tres años empadronado en Z, que para colmo es municipio vecino al mío...
Y lo que ya tiene canto es que se exija que un título cualquiera haya sido obtenido en los tres últimos años, como si el haberlo obtenido hace 10 te convierta en un dinosaurio.
Digo yo que entendería que algunas exigencias que aparecen en estas convocatorias de «entes públicos» serían explicables y entendibles en una empresa privada, pero la Administración pública (sean ayuntamientos, mancomunidades, me da igual), ¿está ahí, sufragada por todos, para imponer condiciones en su contratación que huelen a discriminación, a marginación?, ¿desde cuándo la Administración pública está pensada para crear bolsas de marginalidad? Y la pregunta del millón: ¿dónde está el ojo que debe vigilar con lupa qué casos tan flagrantes de discriminación como los que se observan en esas convocatorias no se produzcan?
Recomiendo repasar convocatorias varias, aparecidas en el Servicio Público de Empleo los últimos días.
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