La política sin eufemismos
Se lleva esconderse en eufemismos para escabullirse. Lo hacen los políticos a diario y todo aquel que cobardemente no se atreve a afrontar las cosas por el nombre más común, ese que define y resume mejor todas las situaciones. Podríamos poner ejemplos a montones: Zapatero llamaba a la crisis "desaceleración transitoria", Guindos llamaba al rescate "crédito en condiciones favorables" y Montoro llamaba a la amnistía fiscal "medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas". Recuerdan lo del finiquito en diferido de la Cospedal, pues así podríamos seguir y seguir.
En las opiniones y declaraciones ocurre como con la comida, un buen plato se percibe al gusto, regusto y al provecho, echarle encima demasiada condimentación puede que al principio le encontremos buen sabor, pero cansa enseguida y a las dos horas nuestro estomago sufre las consecuencias de tanto empalago. Por ello, para tratar de comprenderse y avenirse, la exposición y la lectura que le demos (salvo el que disfrute con tramas, trampas, laberintos y filosofastros) el mejor comentario y definición es aquel donde el lector, interlocutor y receptor va desgranando sin tapujos en cada palabra un relato comprensible. Es cierto que todo necesita de su intríngulis, manejo y la amalgama adecuada: Producto de calidad, condimentos los justos, buen cocinero y un paladar que sepa cogerle el gusto y digerirlo con el placer que da un plato exquisito, un interlocutor serio, una lectura amena, clara y trasparente y un receptor presto y dispuesto. Todo tiene que tener sentido y significado sin demasiados adornos que puedan perjudicar el trabajo pretendido.
¿Por qué escribo esto? Políticos nefastos que son incapaces de llegar acuerdos en los temas eleméntales, porque no saben ir directos al problema, siempre rebuscan el no quedar mal con nadie, siempre pensando en encuestas y votos, lo cual los perjudicados siempre los mismos. Tenemos problemas a la vista de gran envergadura: Independentistas jugando con nuestro estado de derecho, pensionistas que se les humilla con el 0,25%, desempleados, jóvenes que han tenido que irse de España en busca de un porvenir mejor, trabajadores con contratos y salarios de esclavitud, dependientes que no se les atiende, niños sin guarderías y mayores sin residencias decentes, etcétera. ¡Pues con todo eso y más! Ustedes jugando a eufemismos que camuflan el problema sin solución a nada.
Un país que tiene una deuda del 100% de PIB, con unas administraciones duplicadas por todos lados, políticos sesteando en ellas con grandes sueldos, ya sea en senado, diputaciones, delegaciones, asesorías, conserjerías, consultorías etc. Ex políticos disfrutando de grandes sueldos, pensiones y prebendas mientras a los trabajadores y pensionistas malviven siendo éstos quienes sustentan con sus impuestos todo este desmadre ¡este País suena a ruina! Mientras ustedes usando frasecitas y eufemismos para salir del apuro sin resolver nada.
¿Cuándo llamarán a los defraudadores, economía sumergida, evasores fiscales y de capital: delincuentes? ¿Para cuándo una Ley dura para todas aquellas profesiones liberales como médicos y especialistas de todo tipo que campan a sus anchas en consultas en casa y privadas sin facturas y distorsionando al mismo tiempo nuestra sanidad colando sus clientes por los hospitales? ¡Saben! No lo harán porque son ustedes mismos los perjudicados en todo. Se tendrían que despedir a sí mismos y dejar de disfrutar cueles y prebendas.
España, necesita de menos eufemismos y más políticos valientes que se enfrenten a esta podredumbre generalizada que va a más.
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