El Real Oviedo necesita un director de orquesta
En una competición de este nivel de liga de 2ª división nos encontramos con equipos de capitales de provincia con los mismos argumentos que el Real Oviedo. Dejar todo en manos de un entrenador de segunda fila es despreciar al resto y no tener respeto por la historia del club, la ciudad, la afición y los jugadores que lo representan. Mientras no entendamos esto, olvidémonos de todo lo demás.
A estas alturas, ya no cuelan las frasecitas de Anquela, todas eludiendo su responsabilidad, apelando a la épica, al orgullo, la paciencia, etc. Señor Anquela, si una banda de músicos desentona, el director de la orquesta es quien debe afinar y coordinar los sonidos y quienes los emiten. Si alguno no toca bien la corneta debe ser reemplazado, si algún instrumento está averiado deberá cambiarse por otro mejor, y si después de meses todo sigue igual, no hay dudas: el director es el que sobra.
El Real Oviedo jamás ha tenido un patrón de juego definido salvo la presión cuando no se tiene el balón. Eso sirve para ganar muchos partidos, pero para estar en posiciones de promoción se tiene que demostrar que se sabe qué hacer cuando se tiene el balón, el Real Oviedo en muy pocos partidos le vimos enamorar al personal como por ejemplo lo hacen Sporting, Huesca, Rayo, Cádiz, Granada y alguno más que se suma ahora a pelear por esas seis plazas, cómo el Zaragoza, Valladolid, Osasuna, Numancia y Tenerife. Como ven, el panorama es desolador para el Real Oviedo. Ocultar mi critica no ayuda a este equipo, todo lo contrario; las criticas ayudan a los jugadores a demostrarse a sí mismos que son mejores de lo que se ve cada domingo.
Si un director de orquesta manda tocar el clarinete a quien mejor se le da la gaita, y a quien toca el violín le pone a tocar el tambor, etc. Solo consigue desfigurar el sentido de grupo, no puede luego seguir con la cantinela que los espectadores son claves para entonar un buen repertorio aplaudiendo a rabiar aunque lo que ven y escuchan suene fatal.
Jamás la afición y los espectadores lograron hacer equipos y orquestas mejores de lo que por ellos mismos fueran capaces.
Señor Anquela, usted dispone de un plantel (creo suficiente) para estar entre los seis primeros, quien no está preparado para dirigirlo hacia esa zona de la clasificación es usted. No pido que se vaya, ni que le echen; una persona así tiene cabida en el organigrama del club para por ejemplo coordinar las categorías inferiores con un éxito enorme por su capacidad de trabajo y caer bien a casi todos.
Espero que sepa comprender mi critica, que no es otra que esperar de una vez que en el Real Oviedo la responsabilidad esté por encima de los amiguismos entre colegas.
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